Antonio Ramos Revillas presentó su libro “Los últimos hijos” en la Feria internacional del libro; y al igual que muchos otros escritores que se han presentado en la FILA, su imponente trayectoria en las letras no fue suficiente para convocar público y los asientos fueron ocupados por adolescentes prestadores del servicio social. Lo que sí consiguió Ramos Revillas, fue despertar en su juvenil e incauto público, el interés por su novela.

‘Los últimos hijos’ es la historia de Irene y Alberto, un joven matrimonio que vive en la ciudad de Monterrey y que un día son asaltados por una banda de criminales muy peculiares. Después de sentirse ultrajados, la historia da un giro y Alberto e Irene se transforman en los victimarios de sus ladrones, teniendo que emprender la huída por los paisajes montañosos del semidesierto coahuilense.

La prosa de Antonio Ramos envuelve al lector en las inquietudes tradicionales que la mayoría de los jóvenes enfrentan cuando tienen que definir su futuro: tener o no tener hijos, “nuestra generación fue la priera en estar marcada por poder decidir sobre su fururo, antes de nosotros ni siuiera se planteaba la idea de si tener o no hijos, era como una oblgación, pero ahora tenemos esa libertad, comentó el autor,

“Sin embargo, muchos llenan el espacio con mascotas, hemos pasado de la familia tradicional a tener ‘perrijos’ o ‘gatijos’, tengo amigos que visten a su mascota, lo dejan en hostales para perros cuando salen de viaje, los miman y los tratan como a un bebé, estamos dando una transformación como sociedad donde valoriamos más a los animales que a los niños”.

El tema lleva a la reflexión al público, y cuando termina su participación, los jovencitos del servicio social hacen preguntas sobre su texto y su experiencia como escritor; “¿qué significa el dibujo de la portada”, interviene Mariana, de 16 años.

“Ah, pues es el dibujo de un bebé, pero si quitamos la cubierta del libro, adentro hay otro dibujo de una familia molesta; éste diseño es de Alejandro Magallanes, él siempre busca hacer juegos con las portadas que edita Almadía, son cosas divertidas”.

Las letras de Antonio Ramos han sido galardonadas múltiples veces, en 2005 ganó el Premio Nacional de Cuento Joven Julio Torri, organizado por la SEC, además, ha ganado el Premio UANL de las Artes 2015 y su obra ha sido reconocida por el Banco del Libro de Venezuela y la biblioteca de la Juventud de Munich.