Ciudad Victoria, Tamps. El procurador de Justicia de Tamulipas, Ismael Quintanilla Acosta, cayó en contradicciones al ofrecer dos versiones sobre la liberación de Alan Pulido, delantero del Olympiakos de Grecia, quien un día antes fue secuestrado por un comando cuando circulaba por la carretera Interejidal.

Primero, en conferencia de prensa por la mañana, refirió que por un descuido de los secuestradores el futbolista pudo hacer una llamada desde su propio celular al número de emergencia 066, para darle a la policía su ubicación, lo que activó un operativo de rescate.

Después aseguró que en un momento en el que Pulido, de 25 años, quedó a solas con uno de los captores, forcejeó con él, lo sometió, le quitó la pistola y el celular, lo obligó a decirle dónde se encontraban y realizó tres llamadas a emergencias.

Después, agregó, Alan se cortó la muñeca al tratar de abrir una puerta de vidrio. Hubo intercambio de golpes entre ellos, apuntó el fiscal. Pudo, en un momento dado, hacer la llamada, añadió. En cuestión de minutos, el deportista estaba libre a bordo de una patrulla.

Esta segunda versión coincide en esencia con el reporte oficial emitido inicialmente por el Grupo de Coordinación Tamaulipas (GCT) alrededor de la 1:30 de la madrugada del lunes, que señalaba que en un operativo conjunto de las fuerzas federales y estatales se logró rescatar sano y salvo a Alan Pulido.

El GCT difundió imágenes de Pulido con una mano vendada y conversando con el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, que por lo regular no se presenta en actos relacionados con la seguridad pública.

En la conferencia, Quintanilla Acosta informó que en la casa de seguridad adonde fue llevado el futbolista, en la colonia Pedro Sosa, fue detenido Daniel Hernández Morales, originario de Veracruz, quien dijo pertenecer a una de las organizaciones criminales que operan en la entidad. Agregó que se busca a tres cómplices.

La crónica de Ap

En una primera llamada al 066, según un reporte obtenido por la agencia Ap, Alan Pulido señaló que dos de los tres secuestradores dejaron la casa y entonces sometió a quien quedó con él. Se asomó a la ventana y detalló que se encontraba en una vivienda blanca de dos pisos, con dos autos, uno gris y otro rojo, estacionados enfrente.

En el siguiente telefonema, indicó al operador –no se menciona si era hombre o mujer– que la policía estatal había llegado a la casa. El operador pidió luego al ex seleccionado mexicano que efectuara tiros para que los agentes supieran que estaban en el lugar correcto, pero él respondió que no tenía balas.

Pulido informó a quien le respondió en emergencias que la policía disparó hacia las casas y que él iba vestido con short y playera, para que no lo confundieran con el secuestrador, que para entonces estaba inconsciente. Una vez que estuvo con la policía, el ex jugador de los Tigres hizo una tercera llamada sólo para confirmar con el operador que estaba con agentes de confianza.

El conjunto griego Olympiakos publicó en su cuenta oficial de Instagram un mensaje para mostrar su felicidad por el rescate del futbolista, al tiempo que agradeció el apoyo de los aficionados.