Editores:  Ana Aguirre, Carlos Díaz. Listeners: Karla Bernal, Oscar Morín. Diseño: Victoria Carrillo
 

Benito Taibo nos proporcionó su teléfono celular por Twitter. Esto habla de tres cosas: que es un tipo amable y buena onda, que usa con frecuencia las redes sociales y que le gusta crear conexiones a través de ellas. Twittero asiduo con más de 36 mil seguidores, se le puede encontrar ahí bajo el nombre @benistofeles; además tiene un Facebook donde escribe textos mucho más largos, sin limitarse por 140 caracteres, aspecto con el que a veces tiene conflicto, al ser un escritor tan prolífico, según confiesa en entrevista con VANGUARDIA.

“No soy admirador de  muchas personas. Pero sí, sin duda, de aquellas que dicen lo que piensan aunque les vaya la vida en ello. Esas, como diría Bertolt Brecht, son para mí, las imprescindibles. Mis respetos”, reza su último estado en Facebook, que suma mil 457 reacciones, por parte de sus 5 mil amigos en esta red social. Él mismo es de ese tipo de personas que describe y es la razón principal por la que se enamoró de las redes: para escribir sin ataduras y sin rendirle cuentas a nadie. De hecho hasta publicó un libro llamado “Desde mi Muro”, con textos y cuentos que originalmente nacieron en Facebook.

El escritor estará presentando su libro “Cómplices” el día de mañana en la Feria Internacional del Libro de Arteaga.

-¿Cuál fue tu primer acercamiento con las redes sociales?-

“He sido siempre muy adaptable a las transformaciones y a los cambios tecnológicos. Un día descubro Facebook e inmediatamente caí en sus redes, en el mejor de los sentidos. Caí en la red de la red. Yo en el fondo de mi alma soy un cronista del siglo 19, que descubrió que tenía en sus manos una herramienta tecnológica del siglo 21 y esto es una joya. ¿Qué quiero decir con esto? Que convertí al Facebook en mi propio periódico, donde no tengo director, ni jefe de redacción, ni le tengo que pedir cuentas a nadie, ni nadie me patrocina, ni le debo nada a nadie. Escribo a la hora que quiero, con un café sobre mi mesa, fumo, esta es área de sí fumar. Hago lo que se me antoja, cuando se me antoja y a la hora que se me antoja. Esto es el sueño de todo periodista, o cronista, poder tener un medio de comunicación no sólo a tu alcance, sino en tu mano, que funcione de manera instantánea. Me enamoré a primera vista y sigo utilizándolo. Escribo cuando quiero y de lo que quiero, esto está claro y no sigo ni modas, ni frases hechas, ni vendo nada, ni intento vender nada, solamente cuento lo que está a mi alrededor. Es para mí más complicado, por ejemplo, el Twitter, a pesar  de que también lo utilizó bastante. 140 caracteres a veces son muy pocos para todo lo que quiero decir. Pero sí, estoy en los dos, hago todo lo que puedo. Es una caja de resonancia de capacidades increíbles. Y yo siempre digo que hay que tener cuidado en que hay que verlo como una herramienta. Lo comparo con un martillo: un martillo sirve para colgar una reproducción de Van Gogh o para pegarle en la cabeza a tu esposa. No le hechas la culpa al martillo, igual no le hechas la culpa a las redes sociales o al internet. Detrás del martillo, detrás de las redes sociales y del internet, habemos personas y el libre albedrio de esas personas, que aplica y funciona y sirve para entablar comunicación con los demás”.

-¿Usas el internet como medio informativo? ¿A quién sigues cuando navegas?-

“Informativo y de transmisión de conocimiento. Sigo aquellos que tienen cosas que decir. Sigo a periodistas, a poetas, amigos, sigo a Bernardo Fernández ‘Bef’, sigo a Francisco Haghenbeck. Me informo de otra manera, oigo mucho la radio, por ejemplo. Pero sobre todo ahí me informo de todas esas cosas que no se cuentan en la radio, o no se cuentan en los medios tradicionales de comunicación. Y me encanta. No estoy pegado a él todo el tiempo, sé que existe y que está ahí y mantengo constante relación con él, pero tampoco le robo horas al escribir o al sueño o a mis relaciones personales cara a cara con los demás. No estoy en una mesa todo el tiempo revisando mi teléfono, por ejemplo”.

-¿Consideras esto de las relaciones “cara a cara” como un punto que están afectando las redes?-

“Hay un montón de gente con la que no puedo tener relación cara a cara, porque no está en mi entorno inmediato, porque desafortunadamente no tengo chance de ver, o porque viven en otros países. ¿Qué ha hecho el internet y qué han hecho las redes sociales? Han logrado que el mundo deje de ser ancho y ajeno, para convertirse en cercano. Yo en este instante puedo entrar a mi computadora y posicionarme en una estación de metro en Pekín o tener una conversación con Skype con mi amigo que vive en Groenlandia. El sueño dorado de la comunicación instantánea a cualquier lugar del mundo ha sido cumplido. El siglo 21 ha venido a demostrarnos que incluso los más aparentes y alucinados sueños de algunos, se han vuelto una realidad. Este siglo es el siglo de la comunicación”.

-¿Entonces no le ves puntos negativos a Facebook y Twitter?-

“Le veo los puntos negativos de los que están detrás de las redes sociales, no de las redes sociales, ¿sí me explico? Del escrito de ese periodista chayotero, chafa y dramático, no tiene la culpa la red social, la tiene el periodista chafa-chayotero, el que lo escribe. Hay que saber discernir no sólo lo que está escrito, sino el mensaje que lleva implícito. Marshall McLuhan en los años 70 dijo ‘el medio es el mensaje’ y, en este caso, el medio es más el mensaje que nunca. Hay que saber discernir entre verdad, fantasía, borrego, mentira, rumor y eso lo vas aprendiendo conforme vas avanzando”.

-¿Qué opinas de estos medios como manifestación contra el sistema? Vemos que a veces se generan hashtags, quejas y denuncias contra el gobierno.-

“Me parece maravilloso, por su inmediatez. Antes para ponernos de acuerdo para ir a una manifestación necesitábamos carteles, el boca a boca, organizarse con meses de anticipación y hoy en 12 horas puedes lograr una movilización impresionante. Además, algo muy bueno, tengo la sensación de que los blancos —y cuando hablo de los blancos no estoy hablando de raza, sino de aquellos a los que van dirigidos los mensajes— están constantemente pendientes de ellos y reaccionan mucho más rápido que antes”.

-¿Crees que las autoridades puedan llegar a censurar las redes? Ha habido intentos en varias ocasiones.-

“Y lo seguirán intentando. Para la autoridad todo aquel que habla libremente, desde cualquier trinchera es un peligro. Pero también consideran un peligro a los lectores, pero también consideran un peligro a los maestros, pero también consideran un peligro a los trabajadores, los obreros, pero también consideran un peligro a los periodistas. Para el Estado, para el poder, todo lo que no sea el Estado y el poder, es un peligro ¿Y sabes qué? Que tiemblen, me parece muy bueno”.

-¿Crees que este tipo de plataformas digitales terminen por desaparecer en el futuro?-

“No, desaparecer no. Cambiarán, se transformarán, serán distintas y qué bueno. Se pensó que con la irrupción del internet y de los iPads, las tabletas, iba a desaparecer el libro y no va a suceder. El libro seguirá siendo el mismo, intrínsecamente se conservará. No importa que esté en una pantalla, o que sea leído en voz alta, o que esté en braille, o que esté escenificado por un grupo de adolescentes, o que etcétera, etcétera, seguirá siendo un libro. La comunicación seguirá siendo la misma, solamente que va a cambiar en el empaque en el que esté y hay que irnos adaptando y entendiendo. Y entendiendo los nuevos lenguajes, que esa es otra”.

-¿Crees que con la inmediatez de las redes sociales ahora se lee menos?-

“No. Por el contrario, yo creo que hoy se lee más que nunca. Y lo compruebo casi cotidianamente, en las presentaciones de los libros a los que voy o en las ferias del libro, en las convocatorias y cómo los jóvenes sobre todo están leyendo más que nunca ¿Y sabes qué? Las mujeres jóvenes son las que están leyendo más que nadie. Creo que estamos en un momento francamente importante de explosión del hábito de la lectura en este país, y no sabes lo mucho que lo aprecio. Estamos siendo leídos un montón de gentes y estamos siendo leídos gracias a que las redes sociales han contribuido a que nos lean. Los booktubers (personas que recomiendan libros por YouTube), por ejemplo, son una caja de resonancia inmensa. Que no es un fenómeno nuevo, sólo es nuevo por el medio en el que está dirigido, de hecho, pero la recomendación cara a cara del libro, funciona a partir de que (Johannes) Gutenberg inventa la prensa móvil y luego la revolución industrial la tecnifica y hace que el libro llegue a todos de una manera más democrática. Junto con ella venía la recomendación, hoy esa recomendación viene directa por la vía del booktuber, cara a cara, sin academicismos, de una manera supernatural, a veces hasta ingenua. Esos jóvenes están oyendo a otros jóvenes hablar sobre libros y esos otros jóvenes están comprando los libros y leyéndolos. Soy un optimista”.

NO TE LO PIERDAS:

Presentación del libro “Cómplices” de Benito Taibo

Cuándo: sábado 28 de mayo, 17:00 horas.

Dónde: Feria Internacional del Libro de Arteaga, Sala “Armando Sánchez Quintanilla”.