Existen clientes que se vuelven conocidos en sucursales específicas pues siempre ordenan lo mismo o aparecen a la misma hora para recoger un pedido, este es el caso de Kirk Alexander, amante de la pizza.

Alexander de Oregon es cliente regular de Domino’s Pizza, la sucursal de Salem, a donde ordena por lo menos una o dos veces a la semana, por lo que los trabajadores del local ya reconocen cada que su orden por internet aparece en sus pantallas.

Sin embargo, habían pasado once días desde el último pedido, por lo que el staff se preocupó. La gerente, Sara Fuller, pidió a uno de los repartidores que pasara por la casa de Kirk, ya que sabían que tenía problemas de salud y querían ver si todo estaba bien.

Primero llamaron por teléfono y no hubo respuesta, después tocaron la puerta y tampoco hubo contestación, a pesar que el repartidor, Tracey Hamblen, vio la televisión encendida.

Así fue como decidieron llamar a los servicios de emergencia, quienes encontraron a Alexander tirado en el piso después de sufrir un infarto.

"Es un cliente muy importante y parte de la familia Domino’s. Él ordena todo el tiempo, entonces lo conocemos. Creo que solo estábamos haciendo nuestro trabajo revisando a alguien que ordena mucho. Sentimos que necesitábamos hacer algo”, desclaró Sarah Fuller a medios locales.

Kirk se encuentra estable en el hospital, gracias a la rápida reacción de los médicos.

Así queda demostrado una vez más que la pizza es una de las mejores cosas en la vida.