MADRID.- El Barcelona deberá esperar a la última jornada, en el estadio del Granada, para saber si es Campeón de Liga tras golear por 5-0 a un flojo Espanyol que, a pesar de su abultada derrota, certificó su salvación.

Luis Enrique y su cuadro se jugarán todo en el último partido en Granada, ya que en esta penúltima jornada no se han dado las 3 condiciones que necesitaba para revalidar el título: ganar al Espanyol, que el Atlético perdiera y que el Real Madrid no pasara del empate.

El Barcelona cumplió y el Atlético perdió, pero el Real Madrid ganó al Valencia.

De esta forma, con el Atlético de Madrid ya sin opciones de ser Campeón, el Barza se jugará la Liga con el Real Madrid, con la ventaja de que depende de él y que si gana o logra el mismo resultado que el equipo blanco, o con un empate y una derrota madridista, el título será suyo.

Los blaugranas elaboraron una acción al primer toque entre Alves, Messi y Neymar, que murió en un último pase, pero que levantó los aplausos en un frío graderío, a pesar de reunirse más de 91 mil aficionados, que animaron un poco más cuando otra vez Suárez marcó de cabeza, tras una posible falta del uruguayo, en un córner (3-0).

El Barza cambió a los dos interiores con la entrada de Arda y Rafinha y el brasileño recibió de inmediato un regalo del meta españolista, cuando en un balón fácil de detener en el suelo se le escapó al rebotarle en el pecho y el pequeño de los Alcántara marcó a placer (4-0).

El Barcelona remató el partido con un gol de Neymar (5-0), tras un pase largo de Suárez.

Se perdió la Liga, pero queda la Champions: Koke

Koke Resurrección, centrocampista del Atlético, lamentó la derrota ante el Levante (2-1), “una pena” y un “accidente” con el que su conjunto perdió sus opciones de luchar por la Liga, y remarcó que su equipo va ahora por la Champions.

“Es triste como hemos perdido. Hemos comenzado los primeros 5 minutos arrasando, pero luego hemos bajado el pistón”.

Vive esperanza merengue

El Real Madrid, con angustia en el tramo final, sostenido por Kiko Casilla, dirigido por Toni Kroos y lanzado con los goles de Cristiano Ronaldo, se mantuvo en la lucha por el título ante un buen Valencia, que con 10 jugadores encerró a su rival, pero no pudo aguar la esperanza blanca que se impuso 3-2.