‘Yo te lo quitaré en la cama’

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‘Yo te lo quitaré en la cama’

Tal vez fue un error aceptarlo, porque era un completo desconocido

Editores:  Ana Aguirre, Carlos Díaz. Listeners: Karla Bernal, Oscar Morín. Diseño: Victoria. Carrillo.

 

En #SoyNoticia hicimos una recopilación de casos reales de acoso en redes sociales. Los nombres fueron cambiados para proteger la integridad de las afectadas.

 

Laura

Todos los casos tienen un comienzo común. El mío remonta en un día de fiesta con mis amigas, Alejandra y Laura, la música, las fotos que después fueron compartidas y etiquetadas en redes sociales (específicamente Facebook) y los likes.

Ahí fue donde un chico, amigo de Laura, vio las fotografías donde me encontraba etiquetada, me agregó y me envió un primer mensaje.

Tal vez fue un error aceptarlo, porque era un completo desconocido para mí, pero cuando leí el mensaje y supe que conocía a una de mis amigas ya no me pareció tan descabellada la idea.

Los mensajes y las charlas continuaban sólo por socializar. Cada que yo compartía alguna fotografía o alguna publicación cualquiera, llegaba la notificación: a ‘fulanito’ le gusta tu foto/estado. Hasta ahí todo parecía normal.

Llegó el momento en que tendríamos una charla frente a frente y no virtual. Coincidimos en un café y comenzamos a platicar sobre un tema de interés.

Pasaron los días, aparecieron mensajes y detalles como un café o un postre en mi oficina, lo cual ya no era tan cómodo para mí. Un día me dijo que le interesaba, yo no sabía que pensar, le dije que no podía corresponderle y lo tomó bien.

Los días transcurrieron, ya no había comunicación con aquel chico, hasta que compartí alguna fotografía y llegó un mensaje: “Me encantas, estoy loco por ti”, simplemente lo ignoré. No fue la única vez, hubo más.

Hasta que llegó ese día: “Estoy perdido por ti, me gustas cada vez más”, yo ya estaba harta de él y creí que para acabar con su insistencia era conveniente decir una mentira sobre mi orientación sexual, le dije que me gustaban las chicas, pero parece que no le importó, su respuesta fue: “No importa, yo te lo quitaré en la cama”.

Fue tan incómodo y le puse un alto, pedí que no me faltara al respeto, pero tampoco le importó ya que siguió con los mensajes. El único remedio fue bloquearlo de mi red social.