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Explora obra el universo sin tiempo ni espacio de Varo y Carrington
La ficción “Remedios para Leonora”, llevado a escena con dramaturgia de Estela Leñero, dirección de Gema Aparicio y las actuaciones de las primeras actrices Gabriela Betancourt y Bertha Vega, inició temporada en El Milagro, de esta ciudad, donde se presentará los martes y miércoles hasta el 25 de mayo entrante.
La obra habla de dos personajes bastante interesantes, Leonora Carrington y Remedios Varo, dos pintoras europeas que vinieron a México y aquí se encontraron.
“Tuvieron un contacto muy importante, porque ambas pertenecieron a la corriente del surrealismo”, comentó Gema Aparicio a Notimex, minutos antes del inicio de la temporada.
Explicó que ambas artistas fueron impresionantes creadoras de arte. “Leonora trabajó hasta el fin de su vida haciendo pintura y escultura y ha dejado un legado muy importante desde el punto de vista pictórico, y Remedios, también dejó una herencia única que hasta hoy es objeto de estudio y admiración dentro y fuera de las fronteras del país”, señaló.
La entrevistada refirió que en la obra de Leñero el acento está puesto en la amistad. Ellas se llegan a un país extraño y distinto, sin embargo, con él conviven armoniosamente. “Se encuentran aquí y la hospitalidad de México permitió que ambas tuvieran un desarrollo amplio e importante en los campos de la pintura y la escultura”, anotó la directora escénica.
Aparicio subrayó que el universo que propone el texto de Estela Leñero es onírico, donde todo puede suceder, como el encuentro entre esas dos mujeres, una a punto de morir y la otra ya muerta desde hace más de 50 años.
“Se encuentran en un lugar que es un no lugar, en un espacio donde no hay tiempo; o sea, aquí exploramos el no tiempo y el no espacio”, acotó.
Lo anterior, puso en relieve, resulta algo muy rico para esta pieza, para la escena, y para el teatro en general, porque, puntualizó, “no sólo hay un trabajo creativo de todo el equipo, desde la dramaturga hasta las actrices, sino que transmite al público el deseo de involucrarse con lo que pasa en el escenario; la obra se completa con la gente”.
Para poder entender “Remedios para Varo” en toda su grandeza, añadió Gema Aparicio, no es preciso tener antecedentes sobre esa dupla de artistas plásticas. “Esa era una gran pregunta que nos hicimos al principio del proyecto, conscientes de que a pesar de ser dos iconos del arte, de seguro hay quien no las conoce ni sabe de pintura ni de surrealismo”.
Sin embargo, abonó a su reflexión, la obra es para expertos y neófitos. “Para quienes conocen bien sus obras pictóricas y escultóricas es una delicia poder verlas en situaciones distintas, dentro de la ficción, dentro del universo del sueño; quien no las conoce, verá la historia de dos mujeres en exilio unidas por el trabajo y por la amistad”.
La entrevistada aseguró que apuesta a que suceda algo mágico en el público tras ver esta obra teatral. “Estamos seguras que provocaremos una inquietud en las personas, de tal forma que acudirán a buscar las obras que ellas realizaron, no solamente en los museos o en los libros, sino en la literatura que ha abordado sus vidas y sus trayectorias”, subrayó.
Más adelante, la entrevistada señaló que en el escenario, tanto Leonora Carrington como Remedios Varo evocan a una serie variopinta de personajes y a un gran número de artistas inscritos en el movimiento surrealista, a familiares y a amigos de los cuales se dan pinceladas de referencia; Betancourt hace a Remedios y Vega a Leonora.
Leonora trae a la vida a Remedios, su amiga del alma. Ambas se dan cuenta que están en un sueño y juntas tratan de salir de ahí. En su búsqueda se encuentran con personajes que las atormentan y con momentos del pasado que les hacen confirmar su amistad o volver a experiencias de exilio y locura. Para librarse de los peligros, ellas formulan conjuros.
Antes, el crítico teatral Enrique Saavedra destacó que en este montaje, desde la entraña de los sueños emerjan las recias figuras de Carrington y Varo, artistas fundamentales para entender la corriente surrealista en el México del Siglo XX. Ambas ven los juegos y la amistad que las unieron en vida y retoman esos momentos pictóricos e íntimos que las convirtieron en referentes del arte y la vanguardia, del exilio y la emancipación femenina.
“Ambas se toman de la mano gracias al texto de la dramaturga y periodista teatral Estela Leñero, quien tras una exhaustiva y gozosa investigación con la directora Gema Aparicio, concibió una pieza en la que estas dos fuerzas de la naturaleza saltan de cuadro en cuadro, regidas siempre por la pasión, la memoria y la locura”, ponderó el reconocido crítico.