Un hombre sobrevivió milagrosamente y gracias a su teléfono celular después de pasar más de 40 horas atrapado entre los escombros del edificio en el que trabajaba en la ciudad de Portoviejo y que se desplomó durante el terremoto de magnitud 7.8 que sacudió Ecuador el pasado sábado.

La familia de Pablo Rafael Córdova había perdido ya la esperanza cuando recibió una llamada suya para alertarles de que seguía con vida bajo las ruinas del hotel "El Gato", en donde trabajaba en el centro de esta ciudad de la provincia de Manabí, relató hoy el rescatista Eddy Morales, quien participó en su salvamento.

El teléfono celular logró activarse y se produjo el milagro. No ocurrió lo mismo con otros cinco huéspedes que se encontraban en el momento del sismo en el edificio y que fallecieron. Tres de los cadáveres fueron ya rescatados.

En este operativo participaron bomberos de Cuenca (Ecuador), México y de Colombia, que abrieron un túnel entre las ruinas de cemento y hierros retorcidos y lograron introducir una camilla y un collarín.

Los rescatistas solicitaron silencio absoluto para esta labor a los vecinos que se congregaron en los alrededores. Después de horas de trabajo lograron sacar a Pablo, que al llegar a la superficie alzó su mano y obtuvo en respuesta aplausos y gritos de sus vecinos.

Carlos Ceballos, uno de los bomberos, relato a la televisión local que se usaron equipos estabilizadores de suelo y que lo peor del trabajo fue sentir las réplicas del movimiento telúrico mientras se procedía al rescate.

Ricardo de la Cruz, un experto mexicano, resumió el momento: "Nos mueve el cariño y la posibilidad de encontrar personas con vida. Nunca perdemos la esperanza".

El terremoto de magnitud 7,8 que el sábado sacudió Ecuador dejó hasta ahora 424 muertos, 4,027 heridos, 231 personas desaparecidas y 20,503 personas albergadas.