CDMX.- México continuará con la determinación de que el combate al crimen organizado, así como el problema de las drogas, debe ser de manera integral, con enfoque en la salud pública, de desarrollo y de los derechos humanos, afirmó la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Claudia Ruiz Massieu. 

En conferencia de prensa, la Canciller destacó el tema en el marco de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS, por sus siglas en inglés) sobre Drogas 2016, a la que asistirá hoy el presidente Enrique Peña Nieto. 

Al respecto, la funcionaria subrayó que para el Estado Mexicano el objetivo final de las políticas públicas y de las acciones para hacer frente al problema mundial de las drogas es garantizar el bienestar del individuo en todos sus aspectos y por eso el planteamiento de un enfoque más integral. 

“México considera que aunque es necesario mantener los compromisos que la comunidad internacional tiene con las convenciones vigentes en materia de droga, también es necesario reconocer que el problema mundial de las drogas requiere de estrategias más integrales, en las que se privilegie un enfoque de salud pública, de desarrollo y de derechos humanos. 

“Un enfoque que siga combatiendo con determinación al crimen organizado, pero que también aborde a ese fenómeno de una manera más integral”, destacó. 

FORO SOBRE LAS DROGAS 
La ONU impulsará, con el respaldo de México, un viraje a la visión de los gobiernos de todo el mundo en torno a medidas implementadas para combatir el negocio de las drogas a nivel global. 

El enfoque que se planteará hoy durante la Sesión Especial de la UNGASS contempla un intenso esquema de prevención, con mayor participación de la sociedad civil, académica y científica en la definición y evaluación de políticas públicas al tiempo de mantener activas a las fuerzas de seguridad en el combate al tráfico ilícito de drogas. 

El presidente Enrique Peña Nieto participará en esta sesión como uno de los principales oradores, al ser México país convocante, y en ella fijará la posición de nuestro país sobre esta problemática global. 

A través de un proyecto de resolución, que se llevará a debate para su aprobación, se ratificará que éste es un problema de salud pública con efectos sociales y de seguridad, pero al mismo tiempo se buscará promover la flexibilización de acceso medicinal a drogas que puedan paliar “el dolor y el sufrimiento”. 

La resolución propone responder “a los graves retos” que plantean los vínculos entre el tráfico de drogas, la 
corrupción y otras formas de delincuencia organizada, como la trata de personas, el tráfico de armas de fuego, la ciberdelincuencia, el blanqueo de dinero “y, en algunos casos, el terrorismo, incluido el blanqueo 
de dinero en relación con la financiación del terrorismo”. 

Ello, “mediante un enfoque integrado y multidisciplinario consistente, por ejemplo, en promover y apoyar la recopilación de datos fidedignos, la investigación y, cuando corresponda, el intercambio de inteligencia y análisis a fin de que la formulación de políticas y las intervenciones sean eficaces”. 

El proyecto, distribuido el 14 de abril y del que El Universal obtuvo una copia, plantea reconocer que la sociedad civil, la comunidad científica y el mundo académico, desempeñan una función importante para abordar y contrarrestar este problema mundial. 

“Y observamos que se debería permitir que las poblaciones afectadas y los representantes de las entidades de la sociedad civil, cuando proceda, desempeñen una función participativa en la formulación y aplicación de las políticas y programas de lucha contra las drogas”, expone. 

La Sesión Especial de la UNGASS, convocada por México con Colombia y Guatemala, advertirá que éste es un tema que debe ser atendido con corresponsabilidad y de forma integral, por encima de su criminalización. 

El proyecto de resolución establece que los Jefes de Estado: “Reafirmamos la necesidad de movilizar recursos adecuados para abordar y contrarrestar el problema mundial de las drogas y pedimos que se preste más asistencia a los países en desarrollo que la solicite”. 

Los mandatarios expresarán, de aprobarse en sus términos el texto, su “profunda preocupación” por el alto 
precio que pagan la sociedad y las personas y sus familias a consecuencia del problema mundial de las drogas, y rendirán homenaje a quienes han sacrificado sus vidas, a contrarrestar este fenómeno”.