El alemán Nico Rosberg puso hoy la base para su sexta victoria seguida en la Fórmula 1 con una demostración de fuerza en la clasificación del Gran Premio de China, que se disputará mañana.

El líder del campeonato logró la "pole position" con una impresionante vuelta al Circuito Internacional de Shanghai y sólo un error o avería parecen capaces de evitar mañana su victoria.

Su compañero de equipo en Mercedes y máximo rival, el británico Lewis Hamilton, tendrá además que remontar desde la última posición, después de quedar eliminado en la Q1 por un problema mecánico.

Ni siquiera los Ferrari pudieron inquietar a Rosberg, que estará acompañado en la primera línea por el Red Bull del australiano Daniel Ricciardo. Los bólidos rojos ocuparán la segunda fila, con Kimi Räikkönen en tercer lugar y el alemán Sebastian Vettel, en cuarto.

La clasificación regresó hoy al método del año pasado, después de que las quejas de pilotos y equipos obligaran a cancelar el controvertido nuevo modelo, que duró sólo los dos primeros Grandes Premios.

"Conseguí hacer una buena vuelta justo al final. Ahí todo tenía que encajar", explicó Rosberg, que se ha impuesto en los dos Grandes Premios disputados esta temporada.

El alemán saldrá por primera vez de la "pole position", ya que en Australia y Bahréin el más rápido de los sábados fue Hamilton. "Una vuelta de monstruo", lo elogió el jefe deportivo de Mercedes, Toto Wolff.

Hamilton, actual campeón mundial, tendrá que partir del fondo de la parrilla, después de no poder marcar ni siquiera un tiempo válido en la Q1 a causa de un problema en el ERS, el sistema que permite recuperar energía en el bólido.

El piloto de Mercedes, cuatro veces ganador en China, ya había sido sancionado previamente por un cambio de motor y tenía que partir además con cinco plazas de retraso sobre su resultado en la clasificación.

Para el británico de 31 años se trata de un nuevo revés en la lucha por el título mundial, donde es segundo en la tabla con 17 puntos de desventaja frente a Rosberg.

"Esta cosas pasan para ponernos a prueba", señaló un sorprendentemente tranquilo Hamilton. "Por supuesto que estamos metidos en el barro, pero saldremos de ahí".

Tampoco fue un gran día para Vettel. El tetracampeón mundial no respondió en la vuelta decisiva, en la que aspiraba al menos al segundo puesto. "Fue mi culpa", admitió el alemán. "No empezaremos donde queríamos".

Tras sus problemas de motor en Bahréin, Vettel es sexto en el campeonato a 35 puntos del líder, una distancia que podría ampliarse mañana.

Rosberg, que encadenó victorias en los últimos tres Grandes Premios del año pasado, busca ahora un tres de tres en 2016. En seis ocasiones en la historia consiguió un piloto enlazar triunfos al menos en las tres primeras pruebas del campeonato, y en todos los casos ese piloto fue al final campeón.

El alemán de 30 años hizo un mejor tiempo en la Q3 de 1:35,402 minutos, un rendimiento muy superior al de sus rivales, que apenas se acercaron a medio segundo del Mercedes.

Ricciardo paró el cronómetro en 1:35,917 minutos, mientras que los Ferrari hicieron 1:35,972 (Räikkönen) y 1:36,246 (Vettel).

El mexicano Sergio Pérez, de Force India, partirá séptimo tras hacer un tiempo de 1:36,865, justo por delante del Toro Rosso del español Carlos Sainz jr., cuyo crono fue de 1:36,881.

El español Fernando Alonso, bicampeón mundial, quedó eliminado en la Q2, después de que una bandera roja en el tramo final de la tanda no le permitiera hacer una vuelta más rápida.

El piloto español partirá undécimo, un puesto por delante de su compañero de equipo, el británico Jenson Button. Los McLaren adelantaron un posición a posteriori gracias a la sanción al alemán Nico Hülkenberg, que fue relegado de la décima a la decimotercera plaza por perder una rueda en mitad de la clasificación y poner en peligro a los rivales.

Después de semanas de debates, la Fórmula 1 regresó hoy a su antiguo método de clasificación. La idea introducida este año de que tras un determinado momento cada 90 segundos fuera eliminado el piloto más lento resultó un auténtico fiasco.

A partir de ahora, los puestos de salida se definirán como en los últimos años. En cada una de las dos primeras tandas de clasificación quedan fuera los seis bólidos más lentos, de forma que en la última, la Q3, entran diez coches para disputarse la "pole position".