"Cervantes inventó la ficción", según el crítico William Egginton

Usted está aquí

"Cervantes inventó la ficción", según el crítico William Egginton

El académico y crítico literario estadounidense William Eggington. Foto diario.latercera.com
Egginton acaba publicar "The Man Who Invented Fiction" ("El hombre que inventó la ficción"), donde argumenta que la influencia de Don Quijote trasciende a los géneros y las épocas.

A Miguel de Cervantes se le conoce como el padre de la novela moderna, pero el académico y crítico literario estadounidense William Eggington va más allá y, según comenta a Efe, cree que el autor del "Quijote" inventó la ficción.

"La importancia de su obra no tiene que ver con un género en particular, la novela moderna, que es lo que se ha dicho en los últimos siglos" sino que "Cervantes inventó la ficción", explicó a Efe Egginton, profesor de Literatura en la Universidad John Hopkins (Baltimore, EU.).

El crítico, que esta semana participó en Washington en un acto de la Embajada de España con motivo del cuarto centenario de la muerte de Cervantes, ha estudiado la obra del literato (1547-1616) durante más de 25 años.

El académico acaba publicar "The Man Who Invented Fiction" ("El hombre que inventó la ficción"), donde argumenta que la influencia de Don Quijote trasciende a los géneros y las épocas.

Si bien "Cervantes no fue el primero en contar una historia inventada", su novela establece un precedente, ya que crea "la primera obra completa de ficción" que sienta unas bases "en la historia intelectual, no solamente literaria", arguyó Egginton.

"Cervantes -prosiguió- inventa un vehículo para transmitir la empatía", a través de personajes profundos, con los que es posible identificarse, sea para amarlos o para odiarlos.

Tanto en el "Quijote" como en las "Novelas Ejemplares", el maestro de la literatura "no solo nos cuenta lo que pasa" sino que nos deja ver y nos oculta partes de ese mundo en "un juego de visión y de ceguera", relata el estudioso.

Así, Cervantes sentó el procedente de las actuales "expectativas de la experiencia ficticia" que hoy día impregnan los libros, el cine, la televisión o cualquier nuevo formato multimedia, enumeró Egginton.

"En la medida en que estamos involucrados, personalmente afectados por las historias ficticias, estamos participando de la invención de Cervantes", enfatizó el académico.

Nacido en el estado de Nueva York, Egginton creció expuesto a la cultura latinoamericana, pues su madre es venezolana y él mismo residió de niño en Colombia.

Con "El hombre que inventó la ficción", volumen al que ha dedicado cuatro años, el crítico literario quiso escribir un libro "popular" sobre la aportación de Cervantes, que aún es un gran desconocido en EU.

"En Estados Unidos todo el mundo reconoce su nombre (el de Cervantes), el de sus personajes y quizá algún episodio, pero después nada", dijo Egginton, que relata cómo muchos alumnos en sus clases "no entendían lo importante, bueno, puro e innovador" que fue el escritor del "Quijote".

Cervantes introdujo, en su opinión, la idea de que "todo lo que percibimos puede ser fantasía", de ahí que la gente combata por "esas ilusiones o posibles decepciones", tanto el caballero andante de la famosa obra como el lector corriente.

Esta "dinámica" de ficción "llega a su cumbre en la obra de Cervantes y es imprescindible para la novelística", ya que influencia a los autores posteriores.

Egginton se preguntaba por qué Cervantes "lo hizo primero" y se adelantó a sus coetáneos, y la respuesta que ha encontrado en sus estudios es que se debe a su experiencia y a una vida de "sufrimiento y desengaño".

Según el profesor, el escritor luchó por "la nación, la religión y la idea de honor" en que creía, pero fue capturado en el norte de África por una flotilla turca y estuvo cautivo en Argel durante cinco años.

Al regresar a España, precisó, el literato no encontró agradecimiento alguno y esos valores habían desaparecido.

Pero el hundido Cervantes "no escribe diatribas contra el Estado", sino que inventa una ficción con "personajes que creen en algo" para reivindicar los ideales perdidos, indicó el crítico, al subrayar la gran repercusión del escritor en Occidente.

"¿Qué cómo sería un mundo sin Cervantes? Imposible de imaginar, no hay una obra con más influencia en Occidente", concluyó Egginton.