El Madrid necesitaba olvidar el serio traspié de Alemania y cargarse de moral y fe que le hagan creer con la remontada ante el Wolfsburgo el próximo martes. Para ello, nada mejor que golear a un rival como el Eibar con un resultado que de repetirse en unos días daría a los Zidane el billete a semifinales de la Liga de Campeones. El Madrid, plagado de suplentes, superó con extrema facilidad a un conjunto armero (4-0) que a los 20 minutos ya había perdido toda posibilidad de soñar.

De ello se encargó James bien pronto. El colombiano, pitado en los prolegómenos, abrió el marcador al transformar un libre directo a los cuatro minutos. Su gol inauguró un vendaval al de goles al que se sumaron primero Lucas Vázquez y Cristiano y minutos después Jesé para cerrar el partido antes del descanso con tres grandes combinaciones entre los hombres de arriba.

Tras la reanudación, el Madrid reservó fuerzas y bajó una marcha pensando en el vital partido del próximo martes. Trámite cumplido por los Zidane que ante el Wolfsburgo se jugarán la temporada.