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Una mujer en EU pierde su casa por un error en Google Maps
Los errores en las aplicaciones de localización pueden ser fatales. A Lindsay Díaz (en Texas, Estados Unidos) le costó su casa. No queda nada de ella después de que los servicios de demolición se llevaran por delante su casa. "La culpa es de Google Maps", asegura. El servicio de Alphabet colocaba en el mapa en la misma dirección en la que residía ella otro inmueble, que era el que en realidad debía haberse echado abajo por los daños que sufrió por los tornados que la pasada Navidad castigaron los suburbios de Dallas, en Texas.
El dúplex del que era propietaria estaba en el barrio de Rowlett. Cerca de 450 casas sufrieron daños o fueron destruidas por el golpe feroz de la naturaleza. Cientos perdieron sus hogares. Los tornaros se cobraron una víctima mortal. Díaz se consideró afortunada, porque aunque la tormenta le forzó a vivir temporalmente de alquiler hasta que se arreglaran los daños, la estructura de la vivienda aguantó bien.
La suerte le cambió el martes, cuando recibió la llamada de un vecino. Díaz vivía en el 7601 Calypso Drive. La casa que supuestamente debía tirar la compañía de demolición seguía en pie en el 7601 de Cousteau Drive, a una manzana. Ahora debe hacer planes para reconstruir por completo la vivienda y se le avecina una dura batalla con las aseguradoras para ver cómo cubre todos los costes.
Error en el mapa de Google
La propietaria del inmueble se puso en contacto con los responsables de la sociedad encargada del trabajo. Lo más que hicieron fue mandarle un pantallazo de Google Maps para justificarse. El localizador de Alphabet mostraba con claridad que el dúplex que tenían que derribar estaba en su propiedad. La tecnológica de Mountain View admite que hubo un error y está investigando lo sucedido.
El localizador indica ahora bien su casa. También los del servicio de mapas que gestionan Apple, Yahoo y MapQuest. Estos servicios suelen utilizar una combinación de datos que obtienen a través de los satélites, mapas y fotos aérea o tomadas a pie de calle. Los usuarios pueden hacer solicitudes para que se introduzcan cambios, si observan que la información que se ofrece no es correcta o no está actualizada.