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Muestran herencia de Rubén Herrera
El precursor de la academia del dibujo en Saltillo cumplió el pasado 10 de marzo 128 años y la escuela que nació de su dedicación, le rindió tributo con una retreospectiva de su obra.
La exposición que se encuentra en la galería de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Coahuila en Arteaga muestra 21 piezas que fueron prestadas a la escuela por coleccionistas privados, herederos y que fueron encontradas por pistas de algunas personas que el equipo de la Escuela de Artes Plásticas se encargó de recolectar.
Para dar apertura a la exposición estuvieron presentes Ivonne y Fernando Herrera sobrinos bisnietos del pintor.
Fernando Herrera mencionó que “nos da mucho orgullo, es muy difícil superar lo que hizo el tío. Yo me dediqué al diseño mecánico y lo hacía a mano, es algo que viene en la sangre, tengo unos nietos que también dibujan, si viene en la herencia”.
Piezas como el retrato de la señora María del Bosque de Herrera hecho en 1931 y un estudio de pierna hecho en tinta sobre papel forman parte de la colección que incluye obras que no se había exhibido antes.
Andrea Badillo, alumna de la Escuela dijo que “el que la escuela tenga su exposición es como regresar a las tradiciones, la verdad ya hacía falta algo así para recordarnos de dónde venimos”.
Durante la ceremonia de inauguración se hizo memoria de datos históricos como el nacimiento de Rubén Herrera en Villa de Coss Zacatecas el 10 de marzo de 1888, así como su llegada a la ciudad de Saltillo donde descubrió su vocación. Esto gracias a que se dedicó a ser discípulo del maestro de dibujo Francisco Sánchez Uresti en el Ateneo Fuente.
Más tarde, Rubén Herrera viajó a Roma becado por el gobierno de Coahuila de Miguel Cárdenas para estudiar en sitios como la Academia de San Lucas y la de Francia.
Por recomendación de Gonzalo Esteva, el embajador mexicano en aquella ciudad también estuvo cercano a maestros como Antonio Fabrés con quien desarrolló una amistad que duró de toda su vida.
Este periodo en la vida de Rubén Herrera fue fructífero, ya que realizó una importante parte de sus dibujos con escenas urbanas, rurales y de retrato cotidiano.
Precisamente es de este periodo donde surgen sus obras ‘El retrato de Laura’ y la serie de apuntes de la ‘Niña del arete.
Su regreso a México en 1920 fue debido a que Venustiano Carranza le solicitó volver para llevar a cabo algunos proyectos artísticos por lo que a su llegada y motivado por el enriquecimiento europeo que había colectado, formó la Academia de Pintura de Saltillo en el Ateneo Fuente donde enseñó arquitectura y dibujo clásico, dirigiéndola el mismo hasta 1930, tres años antes de su muerte. Esto mientras en el mundo las vanguardias se abrían paso y en el país surgía una escuela nacionalista en búsqueda de una identidad artística post revolucionaria. Con la creación de la UAdeC en 1957, el Ateneo y la Academia se adhieren a la institución y se mantienen hasta hoy.
Es así como se comenzó a reconocer en su época a Rubén Herrera por la maestría de sus retratos y las copias académicas de antiguos maestros como Tiziano, Rubens y Miguel Ángel, a quien reprodujo directamente en la Capilla Sixtina.
En 2002 la antigua casa de las hermanas Figueroa, un antiguo edificio del siglo XVIII fue readaptada para albergar la obra del pintor hasta el día de hoy.
La exposición que se compone de dibujos y pinturas de Herrera, así como líneas del tiempo y fotografías que narran la historia del artista, permanecerá durante un mes pasa su visita gratuita en la galería de Artes Plásticas de Ciudad Unversitaria.
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> Rubén Herrera 1888-1933
> Retrospectiva del artista
> Lugar: Escuela de Artes Plásticas
> Horario: 10:00 a 18:00 horas
> Entrada Libre