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Obtiene UNAM patentes por investigaciones científicas
México.- Un grupo de científicos del Instituto de Biotecnología de la UNAM obtuvo patentes mexicanas por la invención de un método analítico que cuantifica nanoestructuras, así como de tres insecticidas contra plagas y dos péptidos aislados del veneno de un alacrán.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó en un comunicado que los investigadores Laura Palomares, Tonatiuh Ramírez y el estudiante Ricardo Castro se les otorgó la patente mexicana MX330383B por su invento que ya se encuentra disponible para obtener su licencia.
Su investigación fue sobre un método analítico capaz de diferenciar y cuantificar nanoestructuras (estructuras en escalas de décimas de micra), que están compuestas de monobloques de proteínas virales, diferenciadas en su estructura final.
Las proteínas estructurales de los virus son producidas de forma artificial con fines biotecnológicos y dependiendo de las condiciones ambientales pueden formar un tipo de estructura o partícula que no hace daño, con características fisicoquímicas e inmunológicas similares a las de los virus en las células.
Los virus son de gran importancia médica y veterinaria por las variadas enfermedades que pueden provocar y la mejor arma para combatirlos es el desarrollo de nuevas vacunas.
La UNAM indicó que en la actualidad el uso de la biotecnología permite producir vacunas con proteínas virales ensambladas en su forma natural, pero sin material genético, de tal manera que no causan daño pero activan el sistema inmunológico de las personas o animales para que combatan al patógeno.
Por ello, la casa de estudios señaló que es indispensable contar con un método que permita cuantificar proteínas virales de manera precisa y diferenciada en este tipo de vacunas, para asegurar su calidad y seguridad en su uso en animales y humanos.
A su vez, a los científicos Mario Soberón y Alejandra Bravo se les otorgó tres patentes: dos en México, una de ellas en colaboración con Leobardo Serrano de la Planta Piloto y la otra con Liliana Pardo.
Y una en Estados Unidos, en conjunto con Isabel Gómez (los tres, investigadores del IBt); todas las patentes se relacionan con trabajos sobre toxinas Cry de Bacillus thuringiensis (Bt).
La primera patente MX334860B comprende un nuevo bioinsecticida en forma de pequeñas perlas letales para las larvas del mosquito transmisor del virus del dengue y ya fue licenciada a una empresa mexicana creada exprofeso para su explotación comercial.
La segunda patente MX329408B desarrolló las toxinas Cry para controlar insectos considerados como una plaga en diferentes cultivos y bosques e insectos que transmiten enfermedades en humanos.
En la tercera invención otorgada como patente estadounidense 9,090,906 B2, los inventores encontraron nuevas variantes de estas toxinas para mejorar de manera cuantitativa su actividad contra el gusano cogollero del maíz y el gusano del tabaco, ambos insectos son una plaga de gran importancia comercial.
Otra de las patentes otorgadas en 2015, fue a los investigadores Lourival D. Possani, Georgina Gurrola y César Ferreira por desarrollar dos péptidos aislados del veneno de un alacrán mexicano, identificado como pieza clave en el posible tratamiento de enfermedades autoinmunes e incluso el rechazo de órganos.
La redacción y gestión de todas estas patentes, así como la negociación con las empresas fueron apoyadas por la Secretaría Técnica de Gestión y Transferencia de Tecnología, dependiente de la Secretaría de Vinculación del IBt-UNAM.