Monterrey, Nuevo León.- Puede antojarse complicado retratar la vida de Chavela Vargas, su amor, pasiones, alegrías, dolor y la desnudez de su alma, en tan solo una hora, sin embargo la puesta en escena de la Casa Azul, logra adentrarse en el “mundo raro” de la legendaria intérprete.
Original de la dramaturga regiomontana, Mónica Ochoa “Un Mundo Raro: Chavela Vargas” es más que un vistazo a la existencia de la artista, de origen costarricense, es descubrir su lado más humano, que estuvo marcado por el abandono de su madre y la discriminación que sufrió desde niña por sus preferencias sexuales.

La puesta en escena, debutó la noche de éste miércoles en la Sala Guajardo de Relaciones Culturales y contó con la actuación de Dolores Picasso en el rol central, en una producción de Luis de la Cruz.
Vestida con su característico poncho rojo, su paliacate amarrado al cuello, blusa y pantalón, con ese aspecto hombruno,  el personaje se apoderó del escenario para tocar con su historia las fibras más íntimas, pero también para desatar carcajadas.

Víctor Vázquez, funge como narrador y director del montaje que tuvo un gran poder de convocatoria en la noche de estreno con la sala a reventar.

En su papel de Vargas, Picasso logra conmover con la historia de una niña que sufrió la ausencia de su padre, el abandono de su madre y que un día decidió abandonar su pueblo natal para trasladarse a México, país que  consideraba su verdadera patria.

El texto permite adentrarse en la personalidad irreverente y malhablada de Vargas, su gusto por el tequila por las mujeres, su amor por Frida Kahlo y amistad con grandes personajes como José Alfredo Jiménez y Pedro Almodóvar.

A lo largo de la representación teatral se nota la dirección ágil que Vázquez quiso darle a la obra.
Se intercala de manera estupenda,  la actuación de Picasso con la narración del propio Vázquez, enmarcado por canciones emblemáticas como “No volveré” y “La llorona”, entre otras.

Picasso guarda un gran parecido con la desaparecida cantante, por momento el público cree estar viéndola.

El  manejo de las emociones y como va del llanto a la risa y viceversa convierten en acertada su elección para el papel.

La escenografía es sencilla, pero acorde para la historia,  un par de mesas y sillas; resaltan los elementos mexicanos, la botella de tequila de la que toma Chavela, una fotografía de Vargas y un poncho que cuelga de un perchero.

Uno de los momentos más álgidos en la actuación de Picasso es cuando Chavela llora la pérdida de su gran amigo José Alfredo Jiménez, compañero de parrandas y con quien logró una gran mancuerna artística.

A pesar de que “Un Mundo Raro: Chavela Vargas” es una propuesta de teatro independiente no desmerece frente a ningún montaje, porque conjuga dos factores: pasión por el teatro y talento.
Durante la función de estreno estuvo presente la autora de la obra, que al final se llevó el reconocimiento del público.

Las próximas funciones son el 6, 13 y 20 de abril a las 20:30 horas, en el mismo espacio, y los boletos se pueden conseguir ahí mismo en Relaciones Culturales o en el whatsapp 811 670 30 57.