Ludwik Margules innovó el teatro en México

Usted está aquí

Ludwik Margules innovó el teatro en México

En México, Margules trabajó como director de escena, teórico, traductor, ensayista, guionista y maestro de actuación y dirección.

Hablar del teatro mexicano es hablar también de Ludwik Margules, quien nació en Polonia en 1933 y desde 1957 vivió en México, para convertirse en un implacable director, dramaturgo y docente, formador de varias generaciones de actores de calidad.

Fue un gran estudiante, primero de Periodismo en la Universidad de Varsovia, luego en la Facultad de Filosofía y Letras en Polonia.

Tras un tiempo refugiado en Rusia con su familia, llegó a México en 1957, matriculándose en la Escuela Dramática de la UNAM, la de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes y la del maestro Seki Kano, destaca la biografía que de él difunde www.arts-history.mx.

Ludwik Margules dirigiendo cuarteto, con laura almela y álvaro guerrero. Foto laisladeprospero.blogspot.com/josé jorge carreón
Ludwik Margules era un profundo conocedor del ser humano y su complejidad interior, eso lo convirtió en un ser exigente con la vida y con el teatro, por eso fue un gran maestro"...
Saúl Juárez, exdirector del INBA

Cuentan que cuando joven, Margules se sintió influenciado por autores como Harold Pinter, Anton Chejov, Bertold Brecht, Jean Paul Sartre, Jean Genet, William Shakespeare y Juan Tovar.

En México, Margules trabajó como director de escena, teórico, traductor, ensayista, guionista y maestro de actuación y dirección.

Dedicó su vida a innovar la teatralidad en México, sus características creativas denotaban la capacidad y energía que tenía para enseñar a sus alumnos, por ello siempre buscaba motivar en ellos una sensibilidad imaginativa para hacerlos llegar a lo excepcional, pues consideraba un actor debe alucinar a su personaje.

Dentro de sus obras “Memorias” y “Con todo y pipa” testimonios.

En su teoría del actor, el personaje debe construirse, el actor debe articular, estructurar su imaginación profunda, no la de la superficie, no la de la inmediatez, pues le importaba mucho la potencialidad que el actor tiene en la imaginación, la voz de su experiencia y la manera cómo siente.

El director llamaba matiz cuando un actor lograba transgredirse, romperse en pedazos, romper su estructura racional en cada ensayo o noche de puesta, y llegar a su subconsciente, al último rincón de él, donde duerme su experiencia, donde está su ser instintivo, y sacar ahí, mediante la memoria, un flujo de emociones, refiere el libro “Ludwik Margules, conversaciones con Rodolfo Obregón”.

Su prolífica carrera inició en la dirección teatral, con la puesta en escena de “El gran camino”, de Antón Chéjov, luego vendrían “La pared” y “Los nombres del poder” (ambas en 1963), “El círculo de tiza caucasiano” (1965), “La trágica historia del doctor Fausto” (1967), “Severa vigilancia” (1970), abunda el mismo libro.

“Ludwik Margules era un profundo conocedor del ser humano y su complejidad interior, eso lo convirtió en un ser exigente con la vida y con el teatro, por eso fue un gran maestro”, afirmó alguna vez Saúl Juárez, entonces director del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

En total dirigió más de 40 puestas en escena, dentro de las más destacadas están: “A puerta cerrada”, de Jean P. Sartre; “La estrella de Sevilla”, de Lope de Vega; “La trágica historia del doctor Fausto”, de Marlowe; “Severa vigilancia”, de Jean Genet; “Ricardo III”, de W. Shakespeare; “En alta mar, Karol y Strip-Tease”, un espectáculo compuesto por tres obras en un acto, de Slodomir Mrozek.

Fue catedrático de varias instituciones, entre ellas la Escuela de Arte Teatral del INBA, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, el Centro Universitario de Teatro, el Núcleo de Estudios Teatrales y el Centro de Capacitación Cinematográfica, del cual también fue coordinador académico.

También fue director del Departamento de Actividades Teatrales de la UNAM, del Centro Universitario de Teatro de la misma universidad y, fue fundador y director de El Foro Teatro Contemporáneo, escuela que mantuvo hasta el último momento de su vida, según datos del portal www.arts-history.mx.

Con el objetivo de documentar la metodología del maestro Ludwik Margules, nació el libro “Ludwik Margules, conversaciones con Rodolfo Obregón, en el cual se aborda la personalidad y vivencias del director, a partir de su biografía, la comprensión de su obra y su pensamiento.

Ludwik Margules fue uno de los directores más respetados en el teatro contemporáneo mexicano, en el 2003 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes.

De acuerdo con el texto ya mencionado del dramaturgo, “desde chico era un fúrico consumidor de teatro, todos los acontecimientos de mi vida privada, mi matrimonio, nacimientos, las muertes en familia, se asocian con estrenos, están entreverados con los estrenos.

“La pedagogía teatral que ejerzo, mi producción artística, están completamente fundidas con los eventos de mi vida, No me imagino mi vida fuera del teatro”, sostuvo alguna vez.

La última puesta en escena del maestro fue “Noche de reyes” en el Teatro El Galeón. El dramaturgo murió a los 73 años, el 7 de marzo del 2006, sus restos se ubican en el Panteón Israelita.