Londres bajo niebla

Usted está aquí

Londres bajo niebla

Lo he contado antes, gracias al cronista de la ciudad, Armando Fuentes Aguirre, la ciudad obvia que es Saltillo, se volvió extraordinaria. Saltillo existe acaso porque el cronista lo deletrea en su fina prosa. La ciudad cobró vida luego de abrevar de las metáforas del periodista y narrador. ¿Cosa extraña? Absolutamente no. El inconmensurable Oscar Wilde decretó lapidariamente: “Antes de Turner no había niebla en Londres”. Joseph Turner pintó la niebla y a Londres y, paradójicamente la ciudad cobró su identidad y se hizo visible. Hoy, el azar ha conspirado para recibir un regalo y yo, encontrar en un puesto de revistas, el número más reciente de la publicación “National Geographic” la cual se le dedica a Londres.

El libro que recibí como presente de parte del doctor Héctor Mario Zapata de la Garza es “Guía Literaria de Londres”, una antología de textos preparada y prologada por Joan Eloi Roca para una editorial española. De colección el espléndido volumen. La revista igual, publica un buen reportaje sobre los trabajos que con motivo de un subterráneo y la construcción de varios edificios, han sacado a la luz el pasado oculto de una ciudad tan antigua como bella y protagonista de la historia, es por eso que los editores de la revista la han  titulado “Bajo Londres”.

El escritor Roff Smith, deletrea: “Si se levanta el pavimento de una ciudad antigua como Londres, es posible que encontremos cualquier cosa, desde un fresco romano del Siglo 1 hasta un par de patines de hielo medievales, incluso un diente de elefante”. Le creemos. No por algo, el gran Samuel Johnson escribió: “Quién esté cansado de Londres está cansado de la vida”. La nómina de escritores aquí convocados es una especie de “dream team” de la literatura universal. Fragmentos bien seleccionados, algunos de tan raros y extraños, que  quisiera uno inmediatamente tener el volumen completo a la mano y seguir disfrutando dicho texto.

Es el caso de un fragmento del “Diario de Londres”, extraño volumen de James Boswell el cual estaba oculto y se descubrió hasta 1920. Tomando en cuenta lector que éste lo escribió en 1762. ¿Por qué es importante este diario? Porque Boswell se entrega sin pecado ni remordimiento a ese placer que jamás empalaga, al sexo, la lujuria, los placeres de la carne. Todo, con una libertad que al dejarlo escrito, nos habla de una dimensión desconocida del autor de “Vida del Doctor Johnson”. 

Irreverente, sarcástico y poniendo el dedeo en el aguijón de la carne. Soberbio texto. Sobra decirlo, ni siquiera sabía de su existencia. 

Esquina-bajan

Los escritores convocados, es decir, aquellos que dejaron tatuada su pluma sobre Londres, y de los cuales se seleccionaron fragmentos espléndidos son entre otros: Mark Twain, D.H. Lawrence, Jack London, Henry James, Oscar Wilde. Pero también, Tácito, Antonio Ponz, Beda el venerable, Lord Byron, John Ashton, sin faltar el más señero, Charles Dickens. 

Asoman un par de poetas sin un penique en sus bolsillos, los cuales hablan de una ciudad no pocas veces terrible y ominosa. Paul Verlaine y Arthur Rimbaud, de Francia ellos, se fueron a Londres luego de escandalizar a la sociedad parisina por su relación homosexual. El primero había abandonado a su esposa y a su primogénito para vivir la vida loca al lado del terrible Rimbaud.

Recalaron en Londres. Durante este tiempo, vivieron de prestado. En condiciones precarias. Rimbaud pasaba los días en la sala de lecturas del Museo Británico, donde había “calefacción, plumas y tinta gratis”. Los dos poetas publicaron sendos anuncios en la prensa británica solicitando trabajo como maestros, secretarios, compañeros de viaje o tutor. Ante la necesidad, la relación se enfrió y agrió. 

En 1873 Verlaine regresó con su mujer e hijo a París. Cuando volvió a ver a Rimbaud, le disparó a éste. Poetas malditos ambos. Verlaine terminó en la cárcel. 

La ciudad gira entorno a un ser vivo: el río Támesis. Su clima lluvioso, frío y neblinoso, no es de ellos, no; es patrimonio de la humanidad. Gracias a su caligrafía de sueños, escritores como los antes anotados nos han regalado algunas de las mejores páginas jamás escritas haciendo honor a una ciudad donde habitan caballeros y príncipes, mendigos y pordioseros; “clochard’s” que con un puntilloso sentido del honor, dan vida a una ciudad envuelta en una neblina perpetua, sombría, bella. 

Letras minúsculas

Revista y libro deslumbrantes. Cómprelos cuando los vea estimado lector. Ya luego, vaya usted a Londres de vacaciones.