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El Estado Islámico le extirpa los órganos a sus prisioneros
La agencia Reuters difundió, el pasado diciembre, un documento –la fatua número 68– que había sido obtenido por el Pentágono y por el analista Ayman al Tamimi según el cual sus dirigentes autorizaban el trasplante de órganos extirpados a sus cautivos. De acuerdo con un artículo de La Vanguardia, el embajador iraquí ante la ONU, Mohamed al Alhakim, afirmó hace un año que 12 médicos de Mosul habían sido asesinados por negarse a extirpar órganos y urgió al Consejo de Seguridad a investigarlo.
Ahora, Mosul Eye ha confirmado de fuentes hospitalarias que el ISIS tiene establecido un departamento quirúrgico y ha practicado más de 160 extracciones de órganos a prisioneros que luego fueron asesinados.
La fatua 68 data del 31 de enero de 2015 y dice que "trasplantar órganos de un apóstata a un musulmán (...) es permisible". Del mismo modo, "no está prohibido la extirpación de órganos que pueda acabar con la vida de un cautivo". Se especifica incluso que los órganos por trasplantar pueden ser extirpados tanto si el cautivo está vivo como si está muerto.
El diario catalán detalla que las primeras evidencias se obtuvieron en agosto de 2015 en dos hospitales de Mosul, el Al Salam (antes Hospital Saddam Hussein) y el Al Zaraui, pero es en otro hospital, el Ibn Sina (o Avicena), donde se habría establecido un departamento atendido por médicos extranjeros bajo la dirección de un alemán "que nunca sale del hospital". "No hemos logrado saber su nombre –dice el informe de Mosul Eye–, pero vive en la segunda plante del Ibn Sina, donde se encuentra la unidad quirúrgica".
La fatua 68 empieza justificando los trasplantes diciendo que "no hay duda de que los hospitales musulmanes se ven saturados con enfermedades que son incurables por los médicos y duras para los pacientes, como dolencias cardíacas y renales y otras enfermedades fatales o degenerativas".
Mosul Eye dice saber de fuentes fidedignas del hospital que los órganos llegan en coches determinados –unas furgonetas Kia equipadas con neveras-, y que en las morgues se observó en el centenar largo de cadáveres mencionado que se les habían extirpado órganos antes de su muerte. En todos los casos se trataba de hombres entre los 20 y los 35 años.
Otro dato que llamó la atención de Mosul Eye es que en bastantes casos a los cadáveres les faltaban los ojos. Médicos consultados descartaron, sin embargo, que estos hubieran sido extraídos para trasplantes, dada la complejidad del proceso, por lo que la única hipótesis plausible es que se tratara de un castigo añadido por "espionaje".