La prueba de paternidad infantil: ¿Necesitas una?

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La prueba de paternidad infantil: ¿Necesitas una?

Foto: Archivo
¿El padre no reconoce a su hijo o se niega a dar una pensión alimenticia? Una prueba de paternidad puede ser la solución a estos conflictos.

Emma E. Sánchez, Familias.com

A partir del descubrimiento y manipulación del ADN humano, una infinidad de usos y aplicaciones fueron descubiertos y conforme el tiempo pasó, estas pruebas se han ido ofreciendo con mayor facilidad a la población. La prueba de paternidad infantil junto con la de identificación personal son las pruebas más comunes, cuyo uso se hace cada vez más popular y se práctica día con día.

La prueba de paternidad es básicamente un estudio del ADN en el que se comprueba la paternidad o maternidad de alguien. Se le llama así, porque es su uso más frecuente.

¿Cómo funciona la prueba?

En verdad es muy sencillo: se toma una muestra de sangre o un raspado bucal (en el caso de ser alguien vivo) y de los presuntos padres, para compararlos. Cuando no se cuenta con la muestra del padre, se pueden usar muestras de los abuelos o hermanos. Si es de alguien que ya falleció, se toma la muestra de la médula de un hueso, de huesos largos —preferentemente el fémur— o de un diente, y se contrasta con las muestras de los parientes vivos. Éstas se mandan a un laboratorio y en cuestión de ocho o diez días se entregan los resultados.

¿Para qué sirve identificar la paternidad?

1. Reclamo de paternidad

Así se sencillo: el saber de quién es hijo un niño. Sin pretender juzgar a la madre, con frecuencia se presentan situaciones en las que no se tiene la certeza de quién es el padre de un pequeño y esta sencilla prueba puede ayudar a poner en claro algo tan importante como el saber de quién se es hijo.

2. Pensiones alimenticias

Anteriormente, muchos hombres sin escrúpulos desconocían su paternidad con tal de no dar dinero para su manutención. Era muy fácil decir: este hijo no es mío y por lo tanto no colaboro económicamente en su alimentación y bienestar. Hoy en día, esta prueba está ayudando legalmente a muchas mujeres y a sus hijos para obtener una pensión alimenticia.

3. Ayuda médica

Tras sucesos como la separación de la pareja, muchas mujeres han sacado adelante a sus hijos ellas solas, sin pedir o necesitar ayuda del hombre. Sin embargo, cuando alguna enfermedad grave llega y las donaciones de órganos o tejidos se vuelven cuestión de vida o muerte, buscar al padre y comprobar la familiaridad es indispensable.

4. Herencias

Nuevamente, cuando se trata de herencias y de recibir los beneficios de ser hijo de alguien, las pruebas de paternidad son básicas. Cada vez son más los países que reconocen las pruebas de ADN como evidencias legales y contundentes para determinar la línea consanguínea.

5. Toda cuestión legal que implica el ser o no hijo de alguien

Es necesario este conocimiento para dar o no derechos jurídicos a una persona, como un apellido, herencias, títulos o alguna otra cuestión que la ley ampare. Si es tu caso, puedes solicitarla a algún laboratorio que esté autorizado para hacerlo. Aunque no todos tienen la tecnología para hacerlo, sí se encuentran generalmente en las grandes ciudades y los costos son relativamente accesibles. Si necesitas una o tienes dudas en cuanto a su solicitud y presentación legal, consulta a un abogado, un perito criminalista o un especialista en cuestiones familiares.

Todo niño, todo ser humano, tiene derecho a nacer y pertenecer a una familia, saber su origen y sentirse parte de algo y de alguien. La familia es ese núcleo que nos permite sentirnos amados y conocer nuestros orígenes nos ayuda a entender nuestro presente y futuro.

Muchas cuestiones no solo se tratan de legalidades, herencias y dinero, las más importantes tienen que ver justo con saber quiénes somos y de dónde venimos. Adopciones y genealogía son otros usos en los que el ADN es una gran herramienta. Si está en tus manos hacerlo, no prives a tu hijo de este don.