Al menos siete personas, entre ellos dos niños, murieron tras una potente explosión de gas que destruyó hoy un bloque de un edificio residencial de cinco plantas en la ciudad rusa de Yaroslavl, a unos 250 kilómetros al nordeste de Moscú, según los últimos datos proporcionados por las autoridades locales.

Los servicios de emergencia han rescatado otros tres cuerpos de los escombros: dos mujer y un niño, informó a Interfax un portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencias.

Anteriormente, los servicios de rescate localizaron otros cuatro cuerpos sin vida, mientras que al menos siete personas han sido hospitalizadas con heridas de diversa gravedad.

La explosión, que se produjo a las 04.20 horas (01.20 GMT), destruyó completamente un bloque de cinco apartamentos, de la primera a la quinta planta.

Los servicios de emergencia que trabajan en el lugar del accidente alertaron de la amenaza de un mayor colapso, ya que el edificio de apartamentos consta de cuatro bloques.

Los equipos de rescate y los bomberos continúan trabajando en el lugar, ya que se teme que pueda haber más víctimas atrapadas bajo los escombros.

"La situación aún no se ha aclarado. En los apartamentos destruidos estaban empadronadas entre 12 y 17 personas, pero según los vecinos una de las viviendas estaba deshabitada", dijo el gobernador de la región de Yaroslavl, Serguéi Yástrebov.

Agregó que después de que se evalúe el estado del resto del edificio se decidirá si se permite el acceso de los vecinos a sus apartamentos.

Mientras, el Comité de Instrucción incoó un proceso penal en relación con la explosión en Yaroslavl por "realización de trabajos o prestación de servicios sin cumplir las normas de seguridad".