CIUDAD DE MÉXICO.- El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, dijo que el gobierno estatal tiene el control del penal de Topo Chico, en Monterrey, donde ayer murieron 49 reos en un motín.

En conferencia de prensa, Rodríguez Calderón dijo que durante los cateos realizados esta madrugada en el penal, encontraron paquetes de cocaína y mariguana, además de pastillas, martillos y cuchillos.

"En el transcurso de toda la tarde noche hicimos un cateo completo para tomar el control y encontramos una serie de cosas irregulares: 23 paquetes con cocaína, 38 con mariguana, 120 puntas artesanales, 60 martillos, dos pantallas, 400 encendedores, 16 memorias, 10 mp3, 28 piezas mecánicas y 86 cuchillos; eso se encontró al interior del penal y será puesto a disposición de la Procuraduría (del estado) para investigar", dijo el gobernador de Nuevo León.

El mandatario explicó que la riña al interior del penal comenzó por una pelea entre los delincuentes Iván Hernández Cantú, El Credo, y Juan Pedro Saldívar Farías, El Z-27.

"La mezcla entre estos dos delincuentes es lo que detona esta riña; por incapacidad financiera y de custodios y por la corrupción al interior del penal generó esto", señaló.

Dijo que el Z-27 fue trasladado de Matamoros al penal de Topo Chico por una determinación de un juez, argumentando que ese reo no necesitaba estar en un penal de máxima seguridad.

Mientras que El Credo, dijo, iba a ser llevado a otro penal, pero "por este sistema corrupto", un juez federal le otorgó un amparo para no ser trasladado.

Informó que los reos murieron a consecuencia de heridas de armas punzocortantes, así como de golpes con martillos y palas.

Explicó que los penales dependen de la Secretaría de Seguridad Pública estatal; reiteró que la custodia en Topo Chico está a cargo del estado y que la Policía Federal colabora en tareas de seguridad.

"La Policía Federal estará todo el tiempo que sea necesario", dijo, "hasta que se tenga el control no sólo de este penal, sino de todos".

CONVENIO CON FUERZAS FEDERAL TERMINÓ EN SEPTIEMBRE DE 2015: EL BRONCO

El gobernador de Nuevo León aclaró que el convenio para que fuerzas federales siguieran a cargo del control de la seguridad en el penal de Topo Chico era un acuerdo del gobierno anterior y "no era para este asunto del penal, era un convenio que se tenía para apoyar la seguridad del estado; ese convenio fue terminado en septiembre del año pasado".

"Yo llegué al gobierno en octubre, hicimos los trámites correspondientes para tener esta renovación de las fuerzas, sobre todo del Ejército, la participación y la colaboración con el gobierno del estado; lo hicimos desde finales de octubre, cuando yo me di cuenta de esto y tuvimos la visita del secretario de la Defensa Nacional", dijo en entrevista con Ricardo Rocha en Grupo Fórmula.

Dijo que se inició el trámite en noviembre y que en diciembre se aprobó por parte del Ejército. "Nos había comentado que el Ejército, que estuviéramos pendientes de que nos iban a apoyar con la policía militarizada, que ya está en Nuevo León desde hace más de tres semanas".

Aseguró que el presidente Enrique Peña Nieto le ha ofrecido todo el apoyo y que se enviaron elementos de las fuerzas federales de forma inmediata para apoyar con la seguridad en el penal y el estado.

"Nuestra fuerza civil también actuó de manera inmediata, una circunstancia de este tipo no se puede controlar todo de manera instantánea, son tres mil, casi cuatro mil reos que están en ese penal".

Afirmó que el problema del penal de Topo Chico es uno de los que heredó del gobierno anterior.

"Tengo cien días en el gobierno, no puedo componer lo que por años han destruido ellos".