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27 millones de jóvenes de AL tienen un empleo de baja calidad
México.- A pesar que en América Latina y el Caribe cinco de cada diez personas tiene menos de 25 años, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) estima que al menos 27 millones de ellos se encuentran en empleos de baja calidad y 7 millones están desempleados, mientras que uno de cada 12 jóvenes de la región no han logrado concluir su educación básica.
En el Informe Mundial de Monitoreo de Educación para Todos, la Unesco advierte que si la generación actual no adquiere la educación y las competencias necesarias para desarrollar plenamente su potencial, el desempleo, la pobreza y las inequidades podrían aumentar.
Debido a que los jóvenes no alcanzan los conocimientos básicos, las oportunidades para que puedan acceder a un trabajo adecuado también se reducen. La Unesco señala que, de acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el desempleo juvenil en Latinoamérica se mantendrá alrededor de 15 por ciento para el año 2017.
Apunta que una baja participación en la educación y una débil inserción laboral juvenil "representa una utilización ineficiente del 'capital humano' de los países, al no aprovechar la oportunidad que es su potencial para el crecimiento económico y para la generación de bienestar".
En el Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo 2015 se destaca que si bien se han hecho avances importantes en el acceso al primer ciclo de la formación secundaria, e incluso al segundo grado, "persiste la desigualdad relacionada con el nivel de ingreso y el lugar de domicilio", debido a que muchos adolescentes, en especial los que pertenecen a hogares pobres, "a menudo deben trabajar, lo cual va en detrimento de su participación, permanencia y resultados académicos en la secundaria".
La Unesco alerta que la adquisición de competencias básica, aquellas que se requieren para insertarse en el mundo laboral, tienen como principal indicativo el acceso a la enseñanza secundaria, por lo que se trata de una meta central para impulsar el desarrollo de los jóvenes.
Agrega que el avance hacia una progresiva universalización del acceso a educación secundaria "suele beneficiar primero a los grupos favorecidos y sólo más tarde a los marginados, los pobres u a quienes viven en zonas rurales", lo que incluso está presente en naciones donde este nivel educativo es gratuito.