En Saltillo, comerciante del fraccionamiento Urdiñola murió por traumatismo craneoncefálico
Usted está aquí
En Saltillo, comerciante del fraccionamiento Urdiñola murió por traumatismo craneoncefálico
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) confirmó que la muerte del comerciante Miguel Ángel Rodríguez fue a causa de un traumatismo craneoencefalico severo producido con un objeto contundente, mismo que fue encontrado en el interior de la vivienda de la víctima.
Según la coordinación del grupo de Homicidios el posible móvil del crimen es el robo, porque en la denuncia que interponen los familiares aseguran que en el domicilio del fraccionamiento Urdiñola faltan una pantalla de plasma, una laptop y joyería diversa.
Hasta el cierre de esta edición no se había cuantificado el monto de lo robado, pero por lo pronto la dependencia estatal se está abocando a las entrevistas de testigos con el objetivo de recabar mayores datos para ubicar a él o los responsables.
Rafael Martínez de la Rosa, coordinador de dicha instancia, reveló que por el momento a su institución han comparecido siete personas, cinco habitantes de la calle Joaquín de Velazco, en el fraccionamiento Urdiñola, donde encontraron al comerciante sin vida el pasado domingo.
Por último señaló que ya se concluyeron con las pruebas que efectuó personal de servicios periciales de la PGJE en el interior de la vivienda.
CONMOCIONADOS
El fraccionamiento Urdiñola es, de hecho, una colonia tranquila que tiene que convivir con sectores conflictivos, en especial con la colonia Zapalinamé, explicaron los habitantes del lugar.
Para Roberto, comerciante desde hace más de cinco años instalado sobre Pérez Treviño, casos como la muerte de Miguel Ángel Rodríguez, de 57 años, frente a la Clínica 82 del IMSS, “es un caso que conmociona, pero no es cosa que pase seguido”.
“Aquí, si se fija, muchas casas tienen bardas grandes, portones con dos o más candados, todo tipo de seguridad, por eso casi nunca pasan cosas lamentables, lo de ayer no tiene explicación”, comentó el comerciante.
Sin embargo, otros vecinos señalan que la peligrosidad de las calles y los actos delictivos que ocurren, ya sean robos u otras cosas, son producto de los pandilleros que llegan de otras colonias y aprovechan para delinquir.
“Por estar tan cerca de la Policía Municipal no viene nadie a meterse con nosotros (los vecinos) porque a cada rato están pasando patrullas, pero si hay mucho maldoso que no tiene oficio ni beneficio y viene a molestar”, comentó una vecina.
La colonia Zapalinamé, que está pegada al fraccionamiento Urdiñola, tiene un historial negro en cuanto a hechos violentos, empezando por el parque que se encuentra entre las calles Fray Juan de Terreros y Fray Alfonso de Montesinos, donde son constantes las riñas entre pandillas por ganar control del lugar.
De igual forma, se han registrado muchos asaltos a peatones e intentos de violación a jovencitas en este parque; en abril de 2012 un joven fue muerto a balazos en la Plaza “Dr. Carlos Canseco”, atrás de la iglesia del sector.
También en diciembre de 2013 Armando García Ramírez, de 68 años, fue golpeado hasta la muerte en su hogar, en calle fray Juan de Terreros 729.