La comisión del papa Francisco para tratar el abuso sexual cometido por religiosos aclaró este lunes que su único objetivo es proponer iniciativas para proteger a los niños de los pederastas, después de suspender a un miembro que propugnaba un papel más activista.

En una declaración, la comisión dijo a Peter Saunders el sábado que tomara una licencia después de criticar el ritmo lento de reformas y de exhortar a la comisión a intervenir inmediatamente en casos individuales en vez de limitarse a elaborar políticas de largo plazo para combatir el abuso.

La comisión citó la documentación que fundamenta su creación que su "tarea específica" es brindar al papa propuestas para proteger a los niños y ayudar a iglesias locales a responsabilizarse del problema.

No mencionó a Saunders, un británico sobreviviente de abuso, en la declaración que concluyó su reunión plenaria de una semana.

En cambio informó sobre los progresos de su gestión hasta ahora, incluso una solicitud al papa para que recuerde a las autoridades eclesiásticas que deben escuchar a las víctimas cuando estas se manifiestan y agregó que planeaba talleres este año para dar mayor transparencia a los juicios eclesiásticos a los sacerdotes acusados de violar o vejar niños.

Saunders, que varias veces ha criticado al papa y a los cardenales por su manejo de casos específicos, sostiene que solo Francisco puede removerlo de la comisión y que sigue siendo miembro de la misma.

La comisión fue creada en 2013 después de que Francisco fue criticado por grupos de víctimas que consideraron que no había advertido la magnitud del problema.

Inició su tarea lentamente, pero ha empezado a reunirse con obispos y ha efectuado talleres para el clero en varias partes del mundo.

La propuesta más significativa de la comisión -crear un tribunal interno para oír casos de obispos que no protegen a su grey- fue aceptada por el papa pero todavía no se ha puesto en práctica.