Sergio Velasco, un fotógrafo mexicano, capturó el pasado mes de diciembre una impactante imagen del volcán de Colima. En la foto se aprecia al volcán expulsando material incandescente y una gran nube de ceniza de donde se forma un rayo curvado, digno de un thriller apocalíptico. La imagen suma miles de likes en distintas cuentas de Instagram que sobre paisajes naturales que la han compartido.

"Esta foto ha dado mucho de que hablar en redes sociales, desde la gente que dice, 'Wow, es fabulosa', hasta los que dicen que es una imagen falsa", asegura el autor. Por eso, Velasco explica a Verne cómo obtuvo la imagen, que considera hasta ahora la fotografía más importante de su vida.

“Me siento afortunado. La verdad he conseguido algunas creo que poca gente puede preciarse de tenerlas”, comenta Velasco vía Skype. “La persistencia ha ayudado, pero también hay factor suerte”.

Como con cualquier trabajo de fotografía, dice, conocer bien al sujeto es clave para conseguir las mejores imágenes. Velasco lleva tomando fotos del volcán desde 2002.

La formación mide 3.850 metros de altura y está a 30 km de la ciudad del mismo nombre. Conocido también como Volcán de Fuego, el volcán de Colima forma parte de uno de los centros volcánicos más activos del país, según el Programa Global de Vulcanismo del museo Smithsonian.

El volcán hizo erupción pliniana (con grandes explosiones) en 1913 y según predicciones de vulcanólogos otra podría suscitarse en estos años, explica Velasco.“Esperemos que no tenga consecuencias catastróficas y que yo pueda estar ahí para fotografiarlo”, comenta.

Por eso Velasco, residente de Colima, sigue los monitoreos geológicos del volcán. Así pudo captar la explosión del 13 de diciembre de 2015. Acampó a unos 12 km del volcán, distancia necesaria para evitar accidentes. Comenzó a tomar fotografías a las siete y media de la noche y casi cuatro horas después consiguió la imagen.

Uno de los elementos más notorios de la foto es el rayo brillante de 600 metros de largo que se forma del lado derecho del volcán. Es parte del fenómeno conocido como tormenta sucia, cuando las partículas minerales que expulsa el volcán chocan entre sí y provocan reacciones eléctricas, según un artículo del Massachusetts Institute of Technology.

Velasco utilizó una cámara Canon EOS 6D y una lente 70-200 milímetros. Tomó la fotografía con una exposición de 8 segundos, con ISO (sensibilidad a la luz) de 3.200. El volcán contribuyó al éxito de la foto, asegura Velasco. “El rayo funcionó como un flash gigante”, dice.

El resultado fue la fotografía que ha sido publicada en varias cuentas de imagenes de naturaleza en Instagram, como @discoverglobe, con más de 700.000 seguidores. Tan solo en esa cuenta, la imagen obtuvo más de 34.000 likes en poco más de una semana, desde el 26 de enero y ha ayudado a que la imagen se popularizara en los últimos días.

“El impacto no fue inmediato”, dice el fotógrafo. “Estamos en febrero, pasando casi un mes es que esta foto de repente empezó a correr en redes sociales”. La fotografía se ha distribuido en cuentas en Facebook y Twitter, no siempre con la autorización del autor. “Algo que pasa con las fotos famosas es que se convierte en algo mucho más importante que quien tomó la foto”, comenta Velasco. “Yo no estoy aquí por fama, sino para tomar fotografías”.

Velasco, quien se apoda tapiro en redes sociales, también ha publicado vídeos time lapse que construye con grupos de fotografías tomadas en automático cada 30 segundos.

Por Mónica Cruz / Verne / El País