Arranca el 2016 con acontecimientos que influirán de diferentes maneras en la vida política nacional. Sigue la caída del precio del petróleo y aumento del valor del dólar. El relevo municipal en Morelos, el primer día del año, avivó el clima de violencia en la entidad cuando, a pocas horas de haber asumido el cargo, fue asesinada Gisela Mota Ocampo, alcaldesa de Temixco. Por otro lado, está la disputa por la puesta en marcha del Mando Único Policial en la capital de ese estado. Con el operativo del 8 de enero que llevó a la captura del “Chapo” Guzmán se cierra uno de los capítulos más complicados para el gobierno de Enrique Peña Nieto. La fuga del 11 de julio del 2015 representó una afrenta para las instituciones de seguridad del País. En este marco, se llevó a cabo la elección extraordinaria en el estado de Colima.

El tricolor ganó en Colima, entidad sin alternancia en la silla estatal. Los otros estados sin alternancia son Campeche, Coahuila, Durango, Hidalgo, Estado de México, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz. Después de 15 años de la alternancia en la Presidencia de la República y a casi 20 del arranque de la etapa de los gobiernos divididos a nivel federal (1997), el Revolucionario Institucional sigue dominando la política regional. El resultado entre las fuerzas políticas colimenses resulta novedoso: un gobierno dividido y con pluralidad municipal. El pasado 7 de junio de 2015 el PRI perdió, por primera vez en la historia de Colima, la mayoría en el Congreso local y el control de los municipios.

Están en manos de la oposición los más importantes: Colima, Villa de Álvarez, Tecomán y Manzanillo.
Peralta, el candidato ganador, será un gobernador con el sello del centro. Por otra parte, Manlio Fabio Beltrones superó satisfactoriamente su primera prueba electoral como dirigente nacional del PRI. Dejó muestras de su capacidad como operador político, de su habilidad  negociadora y de su destreza ofensiva. Manlio en Colima logró un PRI disciplinado, coordinado, unido, sin fisuras, muy diferente a como se presentó el tricolor en la elección ordinaria.

El priísmo cerró filas en torno a su candidato. El priísmo colimense se dividió en la elección ordinaria, porque sentían que Peralta era una “imposición” presidencial. Por el contrario, en el proceso extraordinario las cosas fueron distintas, Beltrones asumió la elección extraordinaria como su máxima prioridad y ganó. En cambio, la derrota de Preciado va a la cuenta de Ricardo Anaya, quien también encaró su primera elección como dirigente nacional del panismo.

Después de la elección de Colima viene la renovación de 12 gubernaturas, 388 diputaciones locales para integrar 12 legislaturas estatales y autoridades en 965 municipios, esto supone la última reconfiguración del tablero político de cara a la sucesión presidencial del 2018. Porque en el 2017 solo se renovarán las alcaldías en Veracruz y la gubernatura, el congreso y los municipios en Coahuila y Nayarit.

En Colima, como en la mayor parte de las entidades federativas, la izquierda partidista muestra una fuerza fragmentada y confrontada, vive un declive importante, les ha afectado la participación de Morena en las elecciones recientes. En el casi empate técnico entre la coalición liderada por el PRI y el PAN, solo el Movimiento Ciudadano, logró una votación significativa: 12.09%. Por su parte, después del susto, el PT jugó abiertamente a favor del Revolucionario Institucional, algunos achacan que con ello está pagando su resurrección. El partido del sol azteca apenas alcanzó 1.87% de los sufragios y Morena, con el general José Francisco Gallardo como candidato, ni siquiera alcanzó el uno por ciento de la votación.

En suma, mientras el priísmo se presenta unido y organizado bajo la dirección de Manlio Fabio, haciendo a un lado las divisiones y eligiendo candidatos de unidad, los otros partidos se enfrascan en jaloneos y negociaciones en la mayoría de los casos en contra de sus bases, y muchas veces ungiendo a aspirantes con muchos cuestionamientos.

Podemos concluir que en Colima se escenificó la primera contienda local organizada en su totalidad por el Instituto Nacional Electoral (INE). El reto no era menor; en principio, porque solo se dispuso de alrededor de una tercera parte del tiempo destinado en condiciones normales. En ese sentido, la elección fue bien resuelta. 
             

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