La camisa de cuadros de Kurt Cobain. Los pantalones vaqueros de James Dean en Rebelde sin causa. Las chaquetas de béisbol de Salvados por la campana. La moda americana lleva tanto tiempo en el armario de hombres de todo el mundo, que a veces nos olvidamos de que tiene una historia y un significado. En los últimos años, el estilo hipster se ha encargado de proponer una versión muy estilizada y nostálgica del estilo de épocas pasadas, pero los tiempos cambian y cada vez cobra más protagonismo lo que los cazadores de tendencias han bautizado como “rústico urbano”: más comodidad y menos complicación.

La clave está en aprovechar la carga simbólica y estética de prendas que son en sí mismas icónicas, y que proceden de los grandes clásicos de la moda estadounidense, un tipo de sofisticación casual y sin pretensiones que no requiere horas de cuidados ante el espejo, sino actitud, libertad y ganas de que las prendas jueguen al servicio de uno, y no al contrario. La firma americana Chaps lo sabe a la perfección; no en vano lleva décadas trabajando para proporcionar a hombres de todo el mundo un conjunto de prendas prácticas, inequívocamente masculinas y contemporáneas que, al mismo tiempo, recuerdan sus raíces. Surgida en Estados Unidos en plena explosión del estilo casual, hoy sigue siendo igual de vigente, y su colección para esta primavera refleja ese estilo rústico y refinado, cómodo y sofisticado, que podría dar el relevo a la complicación hipster.

Hablamos de prendas como el polo, una fórmula magistral surgida en el ámbito deportivo para proporcionar comodidad, facilidad de movimiento y resistencia. Los jugadores de polo lo empezaron a llevar con manga larga y cuello en contraste; hoy se lleva en el día a día urbano, durante el fin de semana o en cualquier momento relajado que no exija camisa y chaqueta. O el pantalón vaquero o chino de corte recto y relajado, posiblemente la prenda más importante que la moda americana ha regalado al mundo. Andy Warhol no se lo quitaba, Yves Saint Laurent afirmaba que cambiaría todas sus colecciones por el honor de haberlo inventado, y hoy su fórmula –tejido de algodón, costuras reforzadas y bolsillos pensados para ser utilizados– sigue sobreviviendo a cambios de silueta, tendencias y diferencias generacionales.

La inspiración para Chaps esta primavera viene del estilo de vida de un país definido por sus grandes espacios y por el disfrute del aire libre: la náutica, el beisbol, la hípica, el trekking y, en general, la necesidad de respirar aire puro incluso entre los más urbanitas. La nueva colección de Chaps no supone una ruptura, sino un ejercicio de fidelidad a un estilo de vida práctico y hedonista, sosegado y eficiente: una camisa cómoda para ir a la oficina, un jersey de punto ligero para recorrer la ciudad o unos pantalones cómodos que seguirán en nuestros armarios durante años. Por eso, se dirigen a un tipo de cliente que no busca la sorpresa fácil ni la provocación, sino el disfrute del día a día sin complicaciones, a precios accesibles y más allá de las etiquetas. Por una vez, la moda da la razón a los sensatos.