México, DF. El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, planteó que no se ha aprendido de la barbarie del caso Iguala y parece repetirse “el vínculo funesto entre algunas autoridades y el crimen organizado”, en la desaparición de cinco jóvenes en Tierra Blanca, Veracruz, y planteó que mientras persista la impunidad “estos horrores” se repetirán.

El ombudsman presentó este mediodía su informe de labores 2015 ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y expuso a los legisladores que ambos casos deben plantear “si efectivamente queremos y podemos superar nuestras deficiencias y omisiones” en la violación de derechos humanos del país.

En su documento expuso que la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural Isidro Burgos de Ayotzinapa es un expediente abierto.

“La investigación se realiza en ejercicio de las atribuciones constitucionales de la CNDH y en la cual es preciso que, en sus aspectos técnicos más complejos y controvertidos sea la ciencia la que guíe la investigación sobre la desaparición de los normalistas”, expresó.

González Pérez dijo que en el reporte se hace referencia a casos como los de Chalchihuapan, Tlatlaya, Iguala, Apatzingán o Tanhuato, que han modificado la percepción general e histórica de los derechos humanos en el país y que pusieron a prueba a las instituciones además de evidenciar las carencias, profundas desigualdades, así como la falta de oportunidades y respuesta de los tres órdenes de gobierno a diversos problemas sociales, así como la debilidad del Estado de derecho en varias regiones.

Al referirse al asesinato de civiles en Apatzingán, en el que se relacionó a policías federales, refrió que la CNDH emitió una recomendación que reveló la subsistencia de prácticas como ejecuciones extrajudiciales, uso excesivo de la fuerza, así como omisiones e inconsistencias en las actuaciones ministeriales, que es preciso sancionar conforme a derecho y prevenir para evitar que vuelvan a presentarse.

“En ningún caso podemos permitir la impunidad. Por el contrario, la investigación de estos asuntos debe volverse un referente sobre el compromiso y capacidades del Estado y la sociedad mexicana con la justicia y respeto de la dignidad humana”, resaltó.

El presidente de la CNDH lamentó que a pesar de la existencia del organismo por 25 años en el país continúan prácticas y conductas que debieron haberse superado como la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada o las detenciones arbitrarias.

“Lo anterior cuestiona que los derechos humanos efectivamente se hayan puesto como eje de todo acto de autoridad y si los servidores públicos están capacitados y han asumido el respeto a la dignidad humana como parámetro para el ejercicio de sus atribuciones”, señaló.