Fernando Pérez-Abreu, sarapero y as de la parrilla

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Fernando Pérez-Abreu, sarapero y as de la parrilla

Foto: Vanguardia
El lanzador de Saraperos no sólo es dueño de un restaurante de hamburguesas en Saltillo, también es el parrillero y atiende personalmente a la clientela

Saltillo, Coahuila. Muchas veces es grato para los aficionados entrar a un restaurante y encontrar a uno de sus ídolos comiendo en el lugar, en ese momento el autógrafo y la foto no puede faltar, pero en el Home Run Burgers es más que frecuente, al grado de que uno de ellos es quien cocina tu pedido.

Se trata del pitcher relevista de los Saraperos, el capitalino Fernando Pérez-Abreu, quien tras debutar en 2008 con la Nave Verde, y luego de 5 campañas fuera del equipo, volvió al equipo hace un par de campañas y fue tal su arraigo en nuestra ciudad que al final de la temporada anterior decidió, junto a su esposa Dulce Molina Contreras, abrir una sucursal de las Home Run Burgers, negocio que su padre tiene desde hace 18 años en la Ciudad de México.

A unos 300 metros del Parque Madero, en la esquina de Lafragua y Andrés Saucedo, de martes a domingo, por las tardes se percibe el aroma a carne y carbón, se trata de la parrilla de Pérez-Abreu.

“Nosotros estamos empezando, terminando la temporada de Saraperos, unos 15 días antes de que concluyera el rol regular, inauguramos con algunas deficienias de pintura, de todo, empezamos de hecho en un lugar dos cuadras más abajo”, recordó, “la idea es dar un mejor servicio”, señaló sobre el nuevo local, en el cual hay fotografías del equipo en las paredes y una pelota en la pared que poco a poco se irá llenando de firmas de sus visitantes distinguidos.

Pero Fernando no es un novato en la espátula y la parrilla, pues conoce el negocio desde su niñez. “Te puedo decir que mi primer carro lo compré de propinas de estar mesereando y repartiendo ahí con mi papá, y jugar los fines de semana en mi etapa amateur, todavía de ligas infantiles, mi último año, a los 17 años, los domingos iba a jugar y empezaba a cobrar ahí un dinerito que me daban... con eso me compré mi primer carro. También le agarras gusto y el cariño de ver y aprender de como mi papá lo hizo y lo levantó de la manera en la que lo tienen, porque gracias a Dios está muy socorrido allá en México”, platicó.

La especialidad de la casa es la Suprema Doble todo un orgullo para el “Parrillero Estelar”, una hamburguesa con dos carnes de 220 gramos cada una y que podría dominar a cualquiera, “incluso al apetito de Cuco Cervántes”, dijo sonriendo. “Aventarme a un negocio así es porque lo conozco por mi papá, porque él tiene ya 18 años de manejar esto, y porque tuvimos la posibilidad de que el proovedor que le surte a él, me surtiera a mí... osea el que yo me aventara a poner un negocio de esto es por la calidad del producto que se maneja”, añadió.

Hay quienes ya conocen el lugar y se convierten en clientes frecuentes, otros más llegan por un antojo y se quedan por el servicio, el sabor y sobre todo por la oportunidad de convivir con uno de los peloteros de la Nave Verde, quien además es una persona muy grata y sencilla.

“Son experiencias muy padres, a veces llegan y te dicen, ‘oye, tu eres jugador de Saraperos verdad’, y ya nadamás se quedan pensando así como que, ‘bueno, y ahora qué hará atrás de una parrilla”, comenta, “Como que a veces no entienden que fuera del beisbol profesional, pues también tenemos otra vida... y a nosotros nos gusta hacer esto”, apuntó.

Ídolo de niños

Pero no sólo es grato para los visitantes encontrarse con Fernando, su esposa y su personal, como Gustavo Silva, quien realmente es más un amigo que un empleado; para el mismo Pérez-Abreu es emocionante las reacciones de muchos, especialmente las de los pequeños.

“Llegó un niño y, a pesar de que nuestra idea es decorar más beisboleramente con más fotos mías y de mis compañeros, que sobre todo son buenos amigos, de repente llegó este niño con sus papás y ‘wow’, porque ve una pelota pintada en la pared, y quedó impresionado y decía, ‘mira, ahí está Manny, y ahí está Borges y Escalona’, osea, se sabía los nombres de todos el niño de unos 5 años, increíble... entonces mi esposa tiene una muy buena relación con la esposa de ‘Manny’ Rodríguez, yo igual con él, entonces abusamos un poquito de esa confianza y le marcamos por Facetime y le dijimos, ‘sabes qué, hay un niño aquí que nos sorprendió porque realmente es un fanático del equipo’, él nos dijo, ‘sí, no hay ningún problema’, la verdad accesió y al momento de entregarle su hamburguesa al pequeñin, por la llamada de Facebook el ‘Manny’ le dijo ‘oye, buen provecho’ y el niño se quedó en shock, con las manitas cruzadas, con los ojotes y no supo ni qué decir, sólo lo anunció como Jerry Ballesteros, ‘el Many Rodríguez’, y ya no supo qué decir, se quedó trabado”, recordó satisfecho.

Apoya a juventud

Pérez-Abreu, además ve la oportunidad de hacer amigos y apoyar a jóvenes estudiantes con un empleo, como el caso de Gustavo, quien un día llegó con un grupo de amigos para comer, “es una historia bastante chistosa, porque para ser sincero, me cayó mal el primer día que llegó. Vinieron en un grupo de jugadores de la Universidad, él llegó primero y no fuimos muy compatibles de inicio, pero probó las hamburguesas y se le quitó la cara de amargado que traía, después se convirtió en cliente y ahora es un muy buen amigo que nos ayuda aquí también”, dijo Fernando.

La pretemporada de los Saraperos está muy cerca, por lo que el serpentinero no deja de lado su oficio como pelotero profesional, por lo que se mantiene en forma y listo para buscar su lugar en el equipo.

“Todos los días me preparo... desde que terminó la temporada estuvimos entrenando en el Madero, en el Estadio Olímpico, de hecho buenos amigos me hicieron el favor de estar apoyándonos para poder tirar, porque ni modo de tirar con la pared, y ellos interesados también en trabajar y entrenar, nos apoyábamos para estar en forma. Y jugábamos los fines de semana en la Liga Mayor de Saltillo, estuve en el equipo de Gas Ideal, llegamos a playoffs”, comentó.

Pero esto no es todo, pues a sus actividades suma el entrenar a peloteritos de la Liga Saraperitos y del Club Venados.
“Es la idea, mantenerse listo... el gimnasio y correr, además entrenar a los niños te mantiene empapado en lo que tienes que estar haciendo, sin descuidar, obviamente, mi profesión, que es estar ahí con Saraperos”, apuntó.

Será el primero de marzo cuando Saraperos abra su campamento en Guanajuato, a donde Fernando Pérez-Abreu llegará listo. “Como en pocos años yo creo... me siento bien preparado, me faltaría un poquito de gimnasio para llegar con mayor fuerza a los entrenamientos que son muy exigentes, sesiones de mañana y de tarde, además de que la competencia interna será muy fuerte, hay bastante gente nueva y de calidad que se suma a quienes ya estaban”.

Por lo pronto Fernando, por las tardes, atiende a los fans en el Home Run Burgers, donde el beisbol y la comida se llevan perfecto.