Un abogado con alma de pintor

Este abogado con alma y corazón de pintor no conoce de límites y como en el Derecho, la única verdad que defiende es la de ser él mismo

La primera vez que Esteban pintó un cuadro lo hizo pensando en su novia, una mujer a la que quiso tanto que la dibujó en un lienzo. Ese día terminó pintarrajeado de colores, como cualquier niño embarrado con el betún de un pastel. Apurado, quiso entregar el cuadro y lo puso a secar a la intemperie pero no contaba con que la lluvia y el aire le iban a jugar una mala pasada.

“En lugar de pensar que se había echado a perder mi trabajo, me gustó más como quedó. Gracias a ese cuadro empecé a usar esa técnica en los cuadros que he hecho”. Después insistió en utilizar la misma técnica en un retrato de la rubia Marilyn Monroe, por cierto clasificado por él mismo como uno de sus favoritos pintado hace un año y medio.

Pero el gusto por el lienzo, las pinturas, los colores y los rostros no vienen por el amor a su ex novia, sino por una admiración a su abuelo paterno Miguel Vera, reconocido como un médico de trayectoria y gran artista.

Siempre quiso imitarlo en la forma en la que pintaba y dibujaba.  De niño, cuando visitaba su casa, quedaba impactado con sus obras y trató de igualar su estilo. Esteban empezó rápido, pues a los cuatro años ya comenzaba con sus primeros bocetos con pinturas como El Quijote de la Mancha.

La influencia de su abuelo en el gusto por el arte también lo llevó a conocer muy de cerca al pintor Héctor Carrizosa, pues mientras los dos amigos adultos pintaban, el niño jugaba a ser como ellos. Poco a poco fue perfeccionándose hasta que descubrió que entre lo que más disfrutaba hacer eran rostros, artistas, personajes de ficción y caricaturas, ese siempre fue su talón de Aquiles.

“Siempre tuve la inquietud por dibujar con lápiz, pluma crayolas o con cualquier elemento que tuviera en mis manos. Con el tiempo fui adquiriendo mi propia técnica y mis gustos por ciertos dibujos y pinturas. Hasta ahora no me enfoco en una sola área, sino en todo del arte en general”. 

A sus 22 años Esteban admira a dos pintores que se rigen por una corriente muy similar: el realismo espontáneo. Uno de esos artistas plásticos, Peter Terring —de origen Belga pero radicado en Playa del Carmen—tiene una técnica enérgica y poderosa, utiliza colores fuertes, llamativos. La mayoría de sus pinturas están realizadas en acrílico con espátulas y revelan en su mayoría hermosos rostros femeninos y otros expresivos.

Su segundo artista favorito es Voka —de origen austriaco— quien inventó la técnica: Realismo Espontáneo —Spontaneous Realism— una corriente pictórica caracterizada por la forma espontánea en su realización, sus obras están llenas de mucha expresión, de colores alegres y fuertes.

 

Una vida, dos pasiones

A pesar que Esteban tiene un amor y admiración muy especial hacia el arte otra de sus grandes pasiones es defender la verdad: el litigio. Actualmente estudia el octavo semestre de la licenciatura en Derecho en la Universidad de Monterrey (UDEM) considerada como una de las universidades más exclusivas de México y ubicada en San Pedro Garza García, Nuevo León.

De lunes a viernes estudia en Monterrey, de donde es originario él y su familia. Allá también trabaja en un despacho de abogados donde aprende a argumentar, con base a las leyes, por qué tiene la razón.

El fin de semana regresa a Saltillo, a convivir con su familia y amigos a la ciudad que, aunque no lo vio nacer sí lo vio crecer. 

Aunque es considerado como un artista en potencia, él únicamente ve el arte como un hobbie al que le dedica tiempo y esfuerzo, pero que no lo complace como profesionista y profesional. En cambio, la abogacía la ve a futuro para dedicarse de tiempo completo.  

Las dos cosas me gustan, yo creo que nací con cierta habilidad para pintar y en cambio el Derecho es algo que siempre me ha gustado, porque se debe tener más dedicación y es algo a lo que siempre, desde chico, quise dedicarme”.

Pero, ¿cómo un abogado de gustos tan sensibles puede tener esta dualidad?

Yo siempre me he puesto a pensar en qué tiene de parecido el Derecho con el arte y yo creo que es la creatividad, pues tanto un artista como un abogado siempre la creatividad es fundamental para las dos áreas.

Mientras en el Derecho el abogado es el que plantea las leyes y fundamentos para ir por el procedimiento de algún caso o algún juicio; en el arte es igual, es la creatividad de cada persona es la que plantea en las obras de arte que está creando.  Esa es la similitud que yo podría encontrar en las dos áreas”. 

Más de cien obras

En sus 22 años de vida Esteban ha logrado pintar más de cien cuadros. Ha montado dos exposiciones en galerías, una de ellas en Monterrey y otra más en Saltillo aunque ambas en conjunto con otros artistas. Eso no lo desanima pues más adelante buscará montar una pequeña exposición únicamente de sus obras.

Entre las invitaciones que ha recibido han sido pintar en vivo, algo que recibe como un halago pues le permite que sus espectadores vean cómo y de qué manera va desarrollando su obra.

“Es algo que me llama mucho la atención porque en ocasiones pinto los cuadros muy rápido y eso me da la posibilidad de pintar en vivo y es algo que me gusta mucho”.

Esteban aunque es muy rápido, también es muy impaciente, por eso evita tardarse mucho en la realización de una obra. Dice que no le gusta tardarse más de lo esperado porque quiere terminar, aunque sabe que si termina muy rápido su obra no podría quedar como él quiere.

Lo preferible es terminar la pintura en menos de una semana; sin embargo, su tiempo récord es de medio día.

La técnica que utiliza es en acrílico en lienzo, pero ha innovado con diferentes materiales. Ha pintado en plástico, madera, en periódico, en papel… no tiene un material decisivo. Igual puede pintar con crayolas, que con otro tipo de materiales, pues eso forma parte de la innovación de cada artista: tener su propio estilo e implementar lo que sea necesario. No hay reglas a seguir dentro del arte.

La técnica que más le gusta es acrílico sobre tela, la corriente es realismo espontáneo. Y la que menos le gusta es pintar al óleo, no porque no le guste utilizar ese material sino por lo mucho que se tarda en secar.

“Yo me desespero, a mí me gusta que se seque rápido para seguirle con lo demás. He pintado con cátsup, fuego, leche, y esos son retos para mí. Ahorita tengo un reto que es pintar un rostro en un restaurante pero a base de cincel y voy a estar en un restaurante rompiendo la pared y es algo con lo que me voy retando”.

 

La conexión

Esteban ha sido un hit en redes sociales, los usuarios de Facebook lo buscan para que les haga cuadros o alguna obra a partir de fotografías. El descubrimiento en el ciber mundo ocurrió después de que publicara fotografías de sus pinturas y decenas de personas comenzaron a atiborrarle su correo electrónico y mensajes privados para pedirle que realizara algunas pinturas.

“(Cuando me contactan) lo único que les pido es que me envíen tres o cuatro fotografías de la persona o del artista que desean que pinte. Una vez que las reviso les notifico cuál es la fotografía ideal para la pintura y es cuando empiezo a hacer un boceto a lápiz y de ahí es cuando ya empiezo a hacer la pintura. Paso a paso voy mandando fotografías para que los clientes vean el proceso de cómo va quedando su cuadro”.

Esteban tiene una meta a diez años como artista: montar una exposición en Nueva York con todas sus obras, e insiste en que busca espacios para publicar y sean admiradas sus pinturas. A cinco años busca tener una galería personal donde se puedan admirar sus obras completas.