Sólo la muerte es la vencida

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Sólo la muerte es la vencida

En memoria de Lorenzo Cárdenas Sosa, extraordinario periodista. 

Se fueron los Reyes Magos y detrás de ellos don Joaquín, pero no “El Chapo”, ese seguía a salto de mata. Don Joaquín Gamboa Pascoe, el líder de la CTM, pues en esa central obrera los lideres suelen durar un siglo, hasta que Dios los manda llamar a su presencia. 

El otro Joaquín, “El Chapo”, mejor conocido después de la fuga como el Ingeniero Guzmán, fue detenido por elementos de la Marina Armada de México en un operativo en Sinaloa. La detención fue aplaudida en México y el mundo. 

Los dos Joaquines, al parecer nunca cruzaron sus destinos, hasta el día en que el cuerpo del extinto líder de la CTM, Gamboa Pascoe, fue llevado a la funeraria de Gayosso. Agarraron los Marinos a “El Chapo”, en la madrugada de ese día, y la clase política reunida en la clásica funeraria, han de haber dicho para sí mismos: “dejad que los muertos entierren a sus muertos”. Y aprovecharon la presencia de todos los jilgueros para destacar la labor de las fuerzas armadas por la detención del otro Joaquín, “El Chapo”. 

Don Joaquín, más bien, el cuerpo sin vida del extinto líder, se ha de haber estado revolcando en el ataúd, pues el otro Joaquín, “El Chapo”, a quien las autoridades insisten en llamar delincuente, a pesar de que es uno de los hombres más ricos y poderosos del planeta, le robó los reflectores. 
Rápido salieron de la funeraria políticos y reporteros al enterarse de la captura de “El Chapo”, para cubrir la noticia de su detención; el otro Joaquín se quedó solito y su alma, bueno, el alma ya se le había fugado… 

Con el ingeniero otra vez en el tambo y con la silla sindical vacía, los miembros de la CTM ya se están poniendo de acuerdo para pelarse la titularidad de la dirigencia del mega sindicato, más simbólico que real, después de la muerte de sus dos patriarcas, Fidel Velázquez y el presente. 
Con don Joaquín en el cielo, o en el infierno, eso sólo Dios lo sabe, nadie sabe, y tampoco a nadie le importa, quién ocupará el lugar de este obrero aristocrático, que tenía gustos muy finos en materia de caballos de carreras, autos deportivos y joyas personales. 

Y es que quien llegue a ocupar la dirigencia de las organizaciones gansteriles, ya sea criminales u obreras, tiene asegurada la dirigencia de dichos organismos, de por vida. Estos trusts no son como los descafeinados organismos de la Iniciativa Privada: aquí el poder se consigue y se conserva a punta de balazos, mientras el cuerpo aguante, y los cuerpos policiales del Estado mexicano los soporte. Luego viene la cárcel de por vida, el destierro o la muerte. 

Recordemos a don Fidel Velázquez, aquel que el siglo pasado acuñó la frase de que “el que se mueve no sale en la foto”. Con su inseparable puro, dirigió a esa central obrera hasta que el cuerpo no dio para más. Tan antiguo como el PRI, prefirió morir antes que ver cómo Ernesto Zedillo entregaba el Estado a los chicos buenos del panismo, que pronto demostrarían ser chicos tan malos como sus maestros tricolores. 

Luego los obreros eligieron a “La Güera” Rodríguez Alcaine, quien se destacó por su lenguaje florido, aunque nunca perteneció al clan regiomontano de los Lagüera, quienes seguido andan de la greña. Se hizo famoso, entre muchas otras puntadas, por convertir en cuñados a muchos reporteros que cubrían la fuente informativa de la CTM. 
Pero en fin, dejemos a ambos Joaquines en paz. 

LA DEL ESTRIBO 

Acá en Coahuila, dos hombres buenos partieron a la presencia de Dios. El miércoles 6 de enero, Lorenzo Cárdenas Sosa, extraordinario periodista, esposo y padre ejemplar, fue llamado, junto a su familia, a la morada celestial. Un golpe de volante en la carretera del destino, le arrancó la vida a un hombre que la había dedicado a informar con veracidad, objetividad, profesionalismo y ética. Cualidades muy escasas en estos tiempos. 

Asimismo, don Jesús María Ramón Valdés, político y empresario, dejó de existir el 7 de enero. Había sido alcalde de Ciudad Acuña, diputado federal, senador y aspirante en más de una ocasión al Gobierno de Coahuila. 

Caramba, cuando don Chuy María quiso ser gobernador por primera vez, en tiempos de Rogelio Montemayor, contaba con todo el respaldo oficial local… y perdió la elección interna. Nada es seguro en esta vida, lo único cierto es la muerte… 

www.jesuscarranza.com.mx.