La mujer que desertó de la Academia de Policía de la Procuraduría General de Justicia del Estado al considerar que fue maltratada durante su estancia, presentó ayer una denuncia ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Coahuila (CEDHC).

El organismo revisará el caso y dentro de 15 días dará una respuesta a la quejosa.

Griselda Bustos Soto, quien el pasado 31 de diciembre denunció en VANGUARDIA haber sido maltratada en la Academia de 
Policía y haber presenciado castigos con tablas y con armas de balines, finalmente acudió ayer ante la CEDHC para interponer la denuncia formal y solicitar que el tema sea atendido.

“Deserté de la Academia para ser policía investigadora de la PGJE porque lo que hacen ahí adentro los comandantes es inhumano. No puede ser que nos hagan revolcarnos en vómito, que le peguen con tablas a los que no cumplen con los ejercicios o que nos disparen con armas de balines, por eso vine a Derechos Humanos”, reiteró Bustos Soto.

Acudió a las oficinas de la CEDHC en compañía de un abogado que estará siguiendo de cerca el caso. Al salir de ahí, comentó que en un principio las personas del organismo de derechos humanos le habían dicho que la denuncia no procedería al ser un problema laboral, pero al escuchar su testimonio, definieron que sí atenderán el tema.

“Al principio no querían recibir la queja, pero cuando escucharon lo que les dije que nos hacen y que no hay ni siquiera un médico o un doctor o un paramédico que pueda atendernos si algo nos pasa, decidieron recibir mi denuncia”, comentó.

El organismo aseguró que el caso será revisado a fondo y dentro de 15 días le hablarán a la quejosa para comunicarle lo que se encontró y en su caso proceder con una recomendación a la Academia.

El entrenamiento
La Academia de Policía se ubica en el municipio de Ramos Arizpe.
> Según la quejosa, la Academia inició con 30 alumnos.
> 15 han desertado por el trato reciben.
> A quienes no cumplen con los ejercicios, los tablean —afirma Griselda Bustos—.
> También los hacen rodar sobre vómito.
> Los comandantes les disparan con pistolas de balines.