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Hace artesano saltillense maravillas con Niños Dios dañados
Las manos de don Palomo hacen maravillas con yeso, arcilla y pintura, con ellas logra reconstruir lo que para muchos es la esperanza: el Niño Dios.
Trabaja en el Mercado Juárez, es ahí donde tiene su taller, ya mucha gente lo conoce y es conocido por lo que hace. Si se les rompe un Niño Dios o se les astilla, acuden con él, aunque todo el año está ahí es en esta temporada cuando su clientela aumenta, pues no quieren que al momento de adorar al Salvador esté dañado.
No importa qué desperfecto tengn, toma a cada una de estas piezas de arte religioso y las convierte de nuevo en lo que eran.
Él creció en este oficio, su padre se lo enseñó, no sólo trabaja en ello porque sea herencia sino porque le produce satisfacción saber que las piezas que le dan para reparar las regresa intactas e incluso mucho mejor de lo que estaban.
“Yo tengo en esto toda la vida, yo aquí nací con mi papá y mi abuelo, de ellos heredé este oficio, me gusta porque es algo muy bonito, aquí arreglamos de todo: que la manita, que el pie, pintarlos, ponerles pestañas, todo lo que haga falta hacer se le hace para que queden bonitos, ahorita es la temporada fuerte porque es cuando la gente los necesita, pero aquí estamos todo el año, a veces la gente viene con tiempo”, dijo.
Lo más común es que las personas lleven a los Niños Dios con don Palomo porque se les rompen los deditos de la mano o que se quiebran los brazos y piernas porque se cayeron.
A veces los niños Dios llegan más dañados de lo que estaban pues las personas tratan de repararlo por sí mismas y en el intento los dejan peor, para cuando llegan con don Palomo ya están llenos de pegamentos y una infinidad de cosas que la gente usa para intentar arreglarlos.
Una reparación se tarda entre 8 días y un mes, según el daño que tenga; cuesta de 50 a 150 pesos, pero puede subir si el daño requiere de mucho tiempo y dedicación.
“La gente pide que se pinte a los niños Dios a su gusto, últimamente lo andan pidiendo más morenito, lo quieren de pintura más brillosa, con pestañas, sin pestañas, se hacen como el cliente pida”, dice.
Los Niños Dios se venden por número: el más pequeño es el doble cero y el más grande el número 12 aunque el más popular es el 5, pues su tamaño es casi perfecto para colocar en cualquier nacimiento.
Dice que nunca ha tenido un reclamo por un trabajo mal hecho, pues siempre el cliente ha quedado satisfecho.
Don Palomo le pide a la gente que no pierda la tradición de poner el nacimiento, pues además de que de eso se sostiene su oficio, considera que es una tradición que no debe desaparecer.
A ‘cirugía’
> Una reparación de una imagen tarda entre ocho días y un mes.
> Tiene un costo (dependiendo del daño) de entre 50 a 150 pesos.
> Lo que más pide a gente es pintura, pestañas, brillo, entre otras.