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El final del cáncer en la sangre
Activar o poner freno a nuestro sistema inmunológico para que luche contra las células malignas y el diseño de moléculas que actúen contra dianas terapéuticas son los tratamientos estrella contra los distintos tipos de leucemia, linfoma y miéloma que pueden marcar “el principio del fin” de los cánceres de la sangre.
Esta es la visión del presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), José María Moraleda, quien, en una entrevista con EFEsalud, asegura: “Con estos nuevos tratamientos me atrevería a decir que antes de 2020 habremos dado un salto inolvidable en la curación de estas enfermedades oncohematológicas”.
Este doctor es uno de los más de 20 mil especialistas internacionales en hematología que asistieron en Orlando, Florida a la 57 reunión de la Sociedad Americana de Hematología (American Society Hematology, ASH).
Las enfermedades oncohematológicas ocupan el primer lugar en los tipos de cáncer en la población infantil y el quinto en el caso de los adultos. En España, se diagnostican entre 30 y 35 casos por cada 100 mil habitantes.
Unos tipos de cáncer que años atrás tenían una tasa de supervivencia muy baja. Ahora, el 90% de los niños con leucemia linfoblástica infantil se cura o el 50% de los pacientes de leucemia aguda mieloide.
En lo que respecta a los linfomas, las perspectivas son también muy favorables. Actualmente se curan más del 70% de los linfomas de Hodgkin.
En los más de 30 subtipos de Linfomas no Hodgkin que hoy conocemos la curación supera el 50%. Mientras que el mieloma múltiple, se ha pasado de una mediana supervivencia de 3 años a 8 y hasta un 20% de los pacientes pueden ser curados.
MOLÉCULAS CONTRA DIANAS TERAPÉUTICAS
Y ganarle terreno al cáncer de sangre ha sido posible gracias a los avances tanto en los tratamientos como en los diagnósticos. También a la doble capacidad de los hematólogos de conjugar la actividad clínica con el diagnóstico e investigación.
“La avanzadilla en el tratamiento de la enfermedades oncológicas fue, precisamente, en las oncohematológicas. El primer cáncer en el que se encontró un trasfondo genético fue en la leucemia mieloide crónica y se pudo diseñar una molécula dirigida hacia una diana molecular”, ha manifestado el presidente de la SEHH.
Una medicina personalizada basada en nuevos fármacos biológicos y anticuerpos monoclonales para leucemia, linfoma y mieloma, algunos ya de tercera generación, que “nos permitirá bloquear y destruir las moléculas diana que son clave para la supervivencia o resistencia de las células malignas como un tratamiento eficaz, dirigido y con menos efectos secundarios que puede suponer el principio del fin del cáncer”.