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Lloran amargamente partida del pequeño Lucas
Desde antes de entrar a la funeraria, a unos cuantos metros ya se escuchaba la voz desesperada de Isabel Lara,
"Yo me quiero ir con mi hijo", "¿Porqué diosito me lo quitó?", se podrán escuchar a lo largo de la vida muchas maneras de sufrimiento, pero como este, se quedan marcados.
Adentro estaba un pequeño ataúd, tan pequeño como lo era Lucas, encima tenía una cobijita de esas con las que tapan a los bebés, su madre puso su cara en una esquina de la caja, seguía repitiendo que se quería ir con él, que lo que pasaba no era verdad, lo decía una y otra vez como esperando a que se hiciera realidad.
Saltillo.- Le llevaron una cobija que era de Lucas y la envolvieron, ella se quedó sentada y la abrazó mientras respiraba el aroma de su pequeño que estaba impregnado, seguía desconsolada, su familia se acercaba para reconfortarla aunque, ¿Quién puede reconfortar a una madre que ha perdido a su hijo?.
Algunos al mirarla no lo soportaban y salían de la funeraria para también romper en llanto y decían, ¿Porqué tuvo que pasarle esto, era sólo un bebé?.
Otros no dejaban de repetir que ojalá el culpable de la muerte de este chiquito, se quede en la cárcel por lo que hizo y es que la pareja de Isabela fue quien le quitó la vida, Mónico Felipe Monsivaís.
"¿Cómo puede ser que ella no hiciera nada?", decían algunos, ellos ya habían visto moretones en el cuerpo del bebé de apenas un año seis meses, no entienden como es que su madre no pudo verlos o como es que no hizo nada para salvarlo.
En fin, todos estaban tristes, se respiraba dolor en el lugar, de esas sensaciones en las que necesitas pensar que nada de eso esta ocurriendo porque es demasiado duro entender como es que alguien es capaz de matar a un niño que ahora es un angelito.
Su madre no se separó ni un momento del ataúd, dicen que no esta comiendo porque no puede, nada le pasa.
El pequeño Lucas será sepultado el día de mañana, será el último día en el que Isabel pueda ver su carita y tocar sus manos.