Rusia demuestra que Turquía compra petróleo al Estado Islámico

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Rusia demuestra que Turquía compra petróleo al Estado Islámico

El área de intercambio, según Rusia. Foto: Especial
El Estado Mayor de Rusia tiene pruebas irrefutables de que el país tiene 3 rutas principales de transporte de petróleo controladas por el grupo terrorista

Moscú.- Rusia mostró a través de fotos aéreas y de satélite la existencia de tres rutas de suministro del petróleo a Turquía desde los territorios bajo control del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, informó el Ministerio ruso de Defensa.

    El Estado Mayor de Rusia tiene pruebas irrefutables, que están basadas en reconocimiento aéreo y espacial, de que Turquía está involucrada en este negocio y hoy presentamos sólo una parte de los datos que tenemos, dijo el ministerio.

“Hemos localizado tres rutas principales de transporte de petróleo a Turquía desde los territorios controlados por el Estado Islámico en Siria e Irak”, enfatizó el jefe de la Dirección General de Operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Serguei Rudskoi.

Precisó que una de esas rutas tiene como destino los puertos turcos en el Mediterráneo, otra una planta petrolera en Turquía, mientras que la tercera ruta conduce a un núcleo de transporte en la localidad turca de Cizre.

    A través de la ruta occidental, los hidrocarburos que se extraen en los campos de petróleo cercanos a la ciudad de Raqqa son transportados –en vehículos y por la noche– hasta el noroeste de Siria, indicó.

Enseguida a través de la ciudades fronterizas de Azaz (Siria) y Reyhanli (Turquía) a los puertos turcos de Dortyol e Iskenderun.

Ante más de 300 periodistas rusos y extranjeros convocados este miércoles al Ministerio de Defensa de Rusia, Rudskoi explicó que una parte del crudo es cargada en barcos y enviada para su procesamiento fuera de Turquía, mientras que otra parte se vende en el mercado interno.

“Cada día por estos puertos pasa un promedio de un buque petrolero”, detalló Rudskoi mostrando imágenes satelitales tomadas el 13 y 25 de noviembre y en la que se aprecia la acumulación de camiones cisterna en los puertos de Dortyol e Iskenderun.

La siguiente ruta del norte conduce a Turquía desde áreas de yacimientos de petróleo en la orilla derecha del Éufrates. Uno de los principales centros de producción y procesamiento de petróleo, que está bajo el control del EI, está cerca del pueblo de Deir ez-Zor.

Finalmente, la tercera ruta de transporte de petróleo a Turquía empieza en los campos petroleros ubicados en el noreste de Siria y en las partes del noroeste de Irak, y pasa a través de los municipios fronterizos en Siria e Irak.

“Las fotografías de satélite muestran la acumulación de más de 1,100 camiones cisterna y camiones pesados cerca de esos municipios”, resaltó Rudskoi.

Por su parte, el viceministro ruso de Defensa, Anatoli Antonov, subrayó que el EI gana hasta dos mil millones de dólares anuales por la venta ilegal de petróleo, según la agencia informativa rusa Sputnik.

Asimismo, Antonov denunció que Turquía es el principal comprador del petróleo robado en Siria e Irak e incluso el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, estaría implicado en este negocio.

Según Antonov, “la alta jefatura del país, el presidente Erdogan y su familia están involucrados en este negocio criminal”. “Puede que sea muy directo, pero uno solo puede confiar el control sobre este negocio a sus personas más próximas”, destacó.

    En Occidente, nadie ha preguntado por el hecho de que el hijo del presidente turco encabece una de las mayores empresas energéticas o que su hijo haya sido designado ministro de Energía. ¡Qué maravilloso negocio familiar!, ironizó.

El lunes pasado, el mandatario turco aseguró que renunciaría a su cargo si se comprueba que su país compra petróleo al EI: “No somos tan deshonestos como para comprar crudo a los terroristas. Si se demuestra que lo hemos hecho, dejo mi puesto. Si hay alguna evidencia, que la presenten: vamos a verla”, dijo.

Considerado uno de los principales retos a la seguridad global, el EI controla vastos territorios de Irak y Siria y pretende extender su autoproclamado califato a África del Norte, en particular a Libia.