Oaxaca.- El sacerdote Alejandro Solalinde demando la desaparición del Instituto Nacional de Migración (INM) y solicitó la creación de la Secretaria Nacional del Migrantes para detener los abusos y extorsiones que se cometen contra indocumentados, además de que urgió que los grupos betas se dediquen actividades humanitarias en la zona de la frontera sur.

El sacerdote, recriminó que haya una fuerza represiva, vinculada con el crimen organizado, que esté encargada de cuidar los derechos de los migrantes, solo para seguir los lineamientos del gobierno norteamericano que le demanda al gobierno mexicano contener los flujos migratorios del sur del continente.

Afirmó que en este medio de este escenario México esta siendo mal las cosas porque están también incurriendo en abuso de autoridad para lastimar los derechos humanos de los migrantes, cometiendo detenciones arbitrarias de personas indocumentadas, tratando a los migrantes peor que si fueran delincuentes.

Por ello, demandó desaparecer por decreto al INM que más que un centro de alojamiento de personas en estatus irregular, funge como un área de confinamiento donde se cometen los peores delitos.

Dijo que el organismo debe de ser disuelto desde sus mandos hasta su personal de custodia y resguardo.

"Urge una profunda reforma para disolver y desaparecer al INM, creando la Secretaría de Migración, conformada por gente decente, de valores y preparada, además de capacitados en el respeto a los derechos humanos, que no sean policías separados a su vez al grupo beta de las acciones de seguridad, buscando orientar su labor a favor de las causas humanitarias".

Dejo claro que una de las deudas pendientes que tiene el gobierno federal con la sociedad es la justicia y el destierro de la impunidad y la corrupción, considerando que es inadmisible que siga habiendo instituciones permeadas por funcionarios corruptos.

"Es necesario cambiar la dinámica donde las políticas públicas surjan de la sociedad civil, porque lo que se requiere es tener instituciones modernas, eficientes en un nuevo país".

Dijo que ya no se puede tener en México dependencias y funcionarios que solo obedezcan a los intereses de las grandes empresas y de los intereses del extranjero.

Incluso, consideró inútil establecer un acercamiento con el mismo Presidente de la República para exigirle un cambio en la política migratoria y de derechos humanos en el país, cuando lo que esta podrido es toda la gente que esta abajo.

"Creo que no esta en el presidente resolver este problema, porque atrás hay grandes mafias que se oponen a los cambios transformadores en el país, porque vivimos bajo un sistema demasiado colapsado, impune, donde gente buena con sentido ético y moral que poco puede hacer para castigar las injusticias, porque se callan y actúan con complicidad".