Mario Iván Martínez; un grito de libertad

Usted está aquí

Mario Iván Martínez; un grito de libertad

Personaje. El actor interpreta a Albin, un hombre abiertamente homosexual y travesti. / cuartoscuro
La exigencia para Mario Iván no sólo es actoral, sino también vocal y dancística, además en tacón alto, para recrear aquellos manierismos de las grandes divas de principios del siglo XX.

MÉXICO, D.F.- Para Mario Iván Martínez, el musical “La Jaula de las Locas” (“La Cage aux Folles”), escrito por Harvey Fierstein y basado en la obra del francés Jean Poiret, es un llamado a la tolerancia, a la defensa de la identidad y un grito de libertad.

En la más reciente versión mexicana de la obra, que tuvo su estreno anoche el Teatro Hidalgo, el actor lleva el personaje de Albin, un hombre abiertamente homosexual y travesti, quien tomará diferentes roles en su familia con tal de ser aceptado, tras las peticiones de su pareja George, recreado por Roberto Blandón.

Cuando el hijo de George anuncia su boda, intentarán ocultar a Albin con vestuario, maquillaje y un comportamiento ajeno a sí mismo, hasta que éste exprese su verdadera personalidad más allá de la apariencia.

Entérese: Jesse y Joy: 10 años con el corazón roto

“Si bien la obra pudiera pecar de poner estereotipos en escena, no es nada más eso lo que se ve, sino lo que está detrás del disfraz. Eso es lo importante, que vemos a seres humanos con sus virtudes y flaquezas. No es sólo Zazá, el estereotipo de la gran diva, sino un hombre de carne y hueso.

“El primer acto termina con el tema ‘Soy lo que Soy’, porque él se percata de que su hijo y su pareja lo quieren ocultar. En Estados Unidos el tema se ha convertido en un himno de la comunidad gay, pero sobre todo de la libertad de expresión, de que tú elección sea respetada por la sociedad. Habla de la pluralidad, la diversidad y el respeto hacia las minorías. Él es discriminado por su propia familia, le es muy doloroso y huye de la casa, hasta que hay una reconciliación”, expresó en entrevista.

Mario Iván utilizará corsés, fajas, postizos de cadera y busto, así como peluca y maquillaje para lograr acentuar su carácter femenino como Zazá, la diva del cabaret.

Lea más: 'Creed', otro 'round' más en la carrera de 'Rocky'

“Los actores de eso pedimos la limosna, de ser lo más camaleónicos posibles y cambiar al máximo nuestras posibilidades en escena. Nuestra chamba es hacer una versión análoga de la realidad y que se dé la fantasía”, dijo el actor a Excélsior.

Su personaje tiene cuatro etapas. Por un lado es Albin y por otro Zazá, pero asemás Albin recrea a la mamá, cuando se disfraza de ella, y al tío Marcelo, cuando lo quieren hacer pasar por un hombre heterosexual.

“En la obra no es Mario Iván disfrazándose de Zazá, sino Albin, quien es muy tímido y crea a su alter ego, pícara y alburera, una diva encorsetada con vestidos impresionantes.

Entérese: Luis Miguel: ¿Drogado y alcoholizado?

“El texto fue concebido como una obra de teatro que emana de una dramaturgia de Jean Poiret, un hombre heterosexual, quien la escribió en 1970 como un vínculo para trabajar con su amigo Michel Serrault, quien interpretó a la primera Zazá en la película de 1978. Sin embargo, primero la protagonizaron juntos en teatro y después llegó al cine. Es un texto que funcionaría sin todo el artificio que trae”.

Entérese: Armando Manzanero se une a la lucha contra el cáncer de mama

La exigencia para Mario Iván no sólo es actoral, sino también vocal y dancística, además en tacón alto, para recrear aquellos manierismos de las grandes divas de principios del siglo XX.

“Todas estas cuestiones tengo que dominarlas. Aún no me siento cien por ciento cómodo, pero seguiremos trabajando para dominar la corporalidad del personaje así como sus sentimientos”, concluyó.