Adiós a Fernandito

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Adiós a Fernandito

El adiós. Entre aplausos fue despedido el ataúd del infante. Foto: Jetza Múzquiz
Familiares y amigos despiden al niño que fue atropellado y muerto cuando pedía Halloween

Alegre y siempre con mucha energía, así es como recordaron durante la misa de cuerpo presente al pequeño Luis Fernando, quien pasó a mejor vida la madrugada del domingo, en la sala de urgencias del Hospital del Niño.

Junto al féretro del infante su papá colocó un pequeño camión de juguete, que era su favorito y con el que solía jugar la tarde entera en compañía de su hermano, Jesús Roberto, quien se encuentra aún hospitalizado luego del accidente.

Cuando pedían dulces en la noche de Halloween, en compañía de su mamá, Vianey, de 29 años, y un grupo de amigos, fueron embestidos por una camioneta al querer cruzar el bulevar Otilio González, a la altura de la colonia Universidad Pueblo.

Los restos de Luis Fernando fueron recibidos ayer por la tarde en la Iglesia de Jesús Obrero, en la colonia Provivienda, donde fue recibido por familiares y amigos, algunos portando globos blancos en señal de la pureza del menor.

Vianey abandonó el hospital y llegó en una silla de ruedas, aún con las lesiones de aquella noche sin sanar del todo, pero con el espíritu inquebrantable para mantenerse al lado de su amado hijo durante el último adiós.

En la misa se recordó a los santos difuntos, se oró por el descanso de quienes se han adelantado en el 
camino, se pidió por la salud de Jesús Roberto y se llevó a cabo el bautismo de Luis Fernando, para asegurar su entrada al reino de los cielos.


El dato
> Pese a las advertencias del párroco sobre los focos de infección que representan los cementerios, la convaleciente Vianey acompañó a su hijo para darle el último adiós hasta la tumba.