Tras salir a la luz su noviazgo con Isabel Preysler y confirmarse su consiguiente divorcio de su mujer Patricia Llosa, las aguas parecen haber vuelto a la calma en la vida del escritor Mario Vargas Llosa, quien a día de hoy afirma sentirse más ilusionado que nunca antes. 

"Nunca he tenido la exaltación, el entusiasmo, las ilusiones que tengo hoy día a una edad en la que generalmente ya no hay tantos entusiasmos", explica el escritor en una entrevista con el suplemento Babelia del periódico El País que se publicará este sábado.

A pesar del soplo de aire fresco que ha aportado Isabel a su vida, el peruano reconoce que verse arrastrado al mundo de la prensa del corazón por su relación sentimental ha resultado una verdadera pesadez.

"Sabía que con esta nueva relación habría cierta repercusión de tipo periodístico, pero nunca en la vida imaginé que tendría esa repercusión continental, que hubiera semejante especulación periodística en torno. Tanto para Isabel como para mí ha sido muy, muy pesada en estos últimos meses. Pero bueno, es una realidad de nuestro tiempo, me ha permitido conocer un poco mejor un oficio que es el mío también", añade.

Por su parte, Isabel se muestra optimista a la hora de hablar sobre su futuro junto a Vargas Llosa, aunque se vuelve más cautelosa a la hora de hablar de planes para pasar por el altar.

"Para hablar de matrimonio primero hay que hablar de divorcio", declaró Isabel a los medios este jueves en un evento en Barcelona organizado por la joyería Rabat, donde reveló que "todavía no hay anillo de pedida" aunque sí reconoció lo ilusionada que está con su relación: "Estoy enamorada y soy la primera sorprendida".

Medios españoles señalan que la pareja ya vive en la misma casa.