DFB niega que el dinero pagado a la FIFA fuera para comprar votos

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DFB niega que el dinero pagado a la FIFA fuera para comprar votos

El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach. Foto AP
Desde que estallara el escándalo el pasado viernes, la DFB y Niersbach se habían dedicado a negar las acusaciones de soborno en la elección de la sede del Mundial de 2006.

El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach, negó hoy de nuevo que la transferencia bajo sospecha efectuada a la FIFA estuviera ligada con la compra de votos para lograr la sede del Mundial de 2006.

"Yo también me devano los sesos desde que todo esto salió a la luz", declaró en una rueda de prensa de última hora en Fráncfort.

Con "esto" se refiere al polémico pago de 6.7 millones de euros (7.47 millones de dólares), que de acuerdo con la publicación alemana "Der Spiegel", es un dinero que en realidad se había destinado a sobornar a miembros del comité ejecutivo de la FIFA y lograr hacerse con la cita deportiva durante la elección en el año 2000.

Niersbach rechazó las acusaciones de la revista alemana, pero su explicación de lo sucedido dejó más dudas que certezas. El jefe del fútbol alemán aseguró que el pago a la FIFA se realizó para garantizar que el ente rector del fútbol mundial proporcionara más tarde un fondo adicional de 250 millones de francos suizos al comité organizador del Mundial.

"El cuento de hadas fue y seguirá siendo un cuento de hadas", insistió repitiendo lo que ya dijo el fin de semana y el lunes en un acto en el Museo del Fútbol alemán en Dortmund.

Desde que estallara el escándalo el pasado viernes, la DFB y Niersbach se habían dedicado a negar las acusaciones de soborno en la elección de la sede del Mundial de 2006, pero sin entrar en detalles sobre la transferencia realizada a la FIFA en el año 2002, dos después de que tuviera lugar la elección.

Niersbach explicó hoy que esta semana se reunió en Salzburgo con el entonces jefe organizador, Franz Beckenbauer, para intentar esclarecer lo sucedido, pero que sigue habiendo algunos flecos sueltos.

El dinero se transfirió como condición para que la FIFA garantizara "un apoyo para la organización por valor de 250 millones de francos suizos (cerca de 170 millones de euros)", aseguró el presidente de la DFB en una rueda de prensa en Fráncfort.

Beckenbauer le dijo que la DFB quería una subvención millonaria de tres cifras por parte de la FIFA para el Mundial de 2006, como recibieron Japón y Corea del Sur como organizadores del Mundial de 2002. Según su versión, la FIFA lo aceptó pero reclamó como contraprestación primero un pago de diez millones de francos suizos.

Puesto que el comité organizador del Mundial 2006 no tenía en ese momento a su disposición aún el dinero necesario, Beckenbauer quiso ponerlo de su patrimonio personal. Su entonces asesor Robert Schwan se lo desaconsejó y trajo en su lugar al entonces presidente de Adidas, Robert Louis-Dreyfus, continuó Niersbach.

Beckenabuer y el entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, acordaron ellos solos los detalles a principios de 2002 en Zúrich y el millonario Dreyfus transfirió la cantidad reclamada a la comisión financiera de la FIFA.

Niersbach reconoció hoy no conocer los detalles. La candidatura y la organización fueron "extremadamente complejos" y no puede recordar todos los detalles de algo que sucedió hace más de diez años, aseguró y agregó que tampoco participó en todos ellos.

Lo que el jefe de la DFB sabe es que Dreyfus de repente quiso recuperar su dinero en 2005. Pero en realidad la FIFA era la encargada de devolver el dinero que había recibido en el pasado, indicó.

Puesto que para entonces el comité de organización del Mundial tenía las cajas llenas, agregó el dirigente, la FIFA le pidió el dinero a la DFB para saldar su deuda y puso en el asunto de la transferencia "Programa cultural Mundial", una gran fiesta de inauguración en Berlín que nunca tuvo lugar. Posteriormente el dinero se transfirió al presidente de Adidas.

Tras su conversación con Beckenbauer, Niersbach reconoció que aún quedan "un par de cuestiones abiertas" en todo el asunto, pero reiteró que no hubo corrupción alguna en la adjudicación del Mundial.

"Todo en la concesión del Mundial de 2006 fue correcto. No hubo caja negra alguna, ni tampoco compra de votos", aseguró como ya hiciera cuando saltó el escándalo el pasado viernes.

Lejos de aclarar el escándalo han surgido nuevas incógnitas. ¿Por qué se tuvo que pagar 10 millones de francos suizos primero a la FIFA para recibir posteriormente una subvención de 250 millones? ¿Por qué el comité organizador del Mundial no acudió a un banco en lugar de al jefe de Adidas? ¿Y por qué sólo Beckenbauer y Blatter sabían de un pago así mientras que se mantuvo al margen a otros miembros del comité como Niersbach?


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