San Juan de Sabinas, Coahuila. – La suspensión a las empresas Álamo Carbón Mexicano y Minera Zapalinamé en la asignación de carbón para entregar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a través de la Promotora para el Desarrollo Minero (Prodemi), empezará a ver los efectos negativos en las familias y en los comercios a finales de la presente semana por la falta de circulante porque ya no habrá para pagarles. 

El representante legal de la empresa Víctor Hugo Leija, aseguró que la determinación que tomo la Prodemi, sin duda afectara porque dejaran de circular 40 millones de pesos semanales en sueldos para los trabajadores.

De inicio por los paros técnicos, que se traducen en menos ingresos para los trabajadores, y, por otro lado, afectando a los comercios porque habrá recesión en el circulante.

“Se verán afectados mil 100 trabajadores directos, ya que se suspenden tres turnos, quedando uno, cero tiempos extras, en tanto se tienen una resolución de los amparos que se promovieron”, afirmó.

Dijo que el efecto inmediato posterior serán los despidos, que es lo que menos se quiere por los efectos que tendrán en las familias de los trabajadores.

“Pero no solo son los 1,100 empleos directos, ya que existen otros tres mil indirectos que tienen contratos con diferentes empresas que prestan sus servicios a la industria del carbón”, afirmó.

Dijo que las secciones mineras, 16 y 81, están preocupados por la suspensión de los códigos que se tienen asignados a la empresa 

Sobre el anuncio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dijo que están preparados para participar en el nuevo esquema para seguir vendiendo el carbón a la empresa del gobierno que genera la energía eléctrica en las plantas generadoras ubicadas en el municipio de Nava, Coahuila.

De acuerdo a la CFE, este año 1.8 millones de toneladas serán adquiridas a productores locales de carbón de la región a través de una subasta electrónica, sin intermediarios, mientras que la Prodemi tiene garantizado un contrato de 1.5 millones de toneladas que se le vence en septiembre de 2016. 

La compra de carbón deja una derrama de dos mil 500 millones de pesos anuales en la región carbonífera de Coahuila.