Chivas abre los ojos y se la cree
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Chivas abre los ojos y se la cree
Omar Bravo es hoy el símbolo de la resurrección de Chivas. Las dos anotaciones ante el América en el Azteca confirmaron que, a pesar de su veteranía, tiene el oxígeno suficiente para sacar al cuadro tapatío de su estado de supervivencia.
Bravo ya había sido factor un partido atrás ante Querétaro, el primero de los dos triunfos en fila que ya cosió el flamante entrenador Matías Almeyda. Mañana frente al devaluado Rayados, el Guadalajara tendrá la oportunidad de anunciarles a sus aficionados que está de vuelta.
A Chivas, dentro de su penuria institucional, le ha venido bien el cambio de timón. Casualidad o no, la llegada de Almeyda coincidió con un par de victorias que por el corrosivo contexto futbolístico y dirigencial que traía difícilmente tenía presupuestadas. Eran una posibilidad, más no una garantía, pero se enrrachó.
Los triunfos tienen la capacidad de inyectar una alta dosis de motivación y Chivas hoy se alimenta de eso. El cambio de chip de un técnico a otro se tradujo en una rápida metamorfosis emocional.
Y esto se ha notado en la personalidad, un atributo que el sábado le ha ayudado a Chivas a soportar, con un hombre menos, el peso de un América enfurecido y a la vez cegado por no defraudar en el Clásico nacional.
América se confió en un Guadalajara al que creía más displicente y desapasionado, y terminó sumido en la impotencia. Las Águilas sumaron la segunda derrota consecutiva en casa en las recientes tres fechas. Demasiada ventaja para un club con aspiraciones desbordantes.
Chivas, casi sin querer, ya está inmerso en el pelotón central que aspira a un lugar en la Liguilla. El torneo mexicano es muy generoso y cualquier equipo puede pasar de una situación de emergencia a un próspero presente en cuestión de fechas. Guadalajara lo está experimentando y nadie podría sorprenderse que su ascenso continúe en esta jornada “doble”.
La desafortunada caída del León y el nuevo traspié americanista han “premiado” al otro ganador de la fecha junto a Chivas: Pumas. En CU, los universitarios despacharon (1-0) con toda justicia a unos Tigres impotentes.
Pumas sigue sin recibir gol de local y ha recuperado la punta del certamen. Ha logrado el séptimo triunfo en ocho juegos y futbolísticamente está más macizo que nunca. Si al equilibrio del futbol se lo relaciona con el aparato defensivo, el cuadro de Guillermo Vázquez es el que mejor maneja ese concepto.
Esta semana tiene todo para consolidarse en lo más alto. Sobre todo si el miércoles consigue prolongar su racha en Morelia y a la espera que el partido de mañana entre León y América le haga un guiño favorable.
Toluca, sin tanta propaganda, viene tejiendo una campaña productiva. Se impuso a Dorados (2-1) y lleva tres juegos sin derrotas. Es uno de los mejores visitantes y ya está tercero. Veracruz, por su parte, tampoco se rinde en busca del superliderato. Venció al Atlas (1-0) y sigue agazapado detrás de los punteros.
Las próximas dos jornadas podrían clarificar un poco más el panorama rumbo a la Liguilla. Nadie puede darse por seguro en una competencia con rasgos tan cambiantes como sorpresivos.
Hay equipos que ya se manejan bien dentro de esta dinámica y otros, como Chivas, que apenas están probando el dulce y ocupan con mayor esfuerzo sostenerse en un escenario competitivo que premia y condena casi al mismo tiempo.