Una de cada tres gasolineras en la CDMX defrauda con el combustible

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Una de cada tres gasolineras en la CDMX defrauda con el combustible

Foto: Especial
Las estaciones de servicio, que exceden los precios establecidos o no despachan litros completos, causan un sobrecosto de hasta el 10% a los consumidores

El gasolinazo ha cimbrado a México. El alza en el precio de los combustibles ha provocado protestas y bloqueos en los 32 Estados del país, al tiempo que el Gobierno intenta mandar mensajes que calmen el descontento de la población y el aluvión inflacionario que se ha hecho presente al inicio del año. Existe, sin embargo, otro gasolinazo. Más de un tercio de las estaciones de carga de la capital no despacha "litros de a litro", vende más caro que los precios establecidos o presenta irregularidades en el servicio, según datos oficiales recopilados por la empresa Sin Tráfico. "Es un golpe durísimo para los consumidores, si el aumento en el precio ya fue de entre el 14% y el 20%, un conductor puede pagar otro 5% o un 10% de costo adicional al cargar en una estación con anomalías", alertó Eugenio Riveroll, director de la compañía.

La malaria de las gasolineras fraudulentas aqueja también al resto del país. Existen denuncias confirmadas en una de cada cuatro en Guadalajara; una de cada seis en Toluca, y una de cada ocho en Puebla y Monterrey. Estas cifras son probablemente la punta del iceberg. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) aún debe investigar cientos de denuncias. Sólo 49 de las gasolineras en la Ciudad de México han demostrado con éxito que surten el combustible sin irregularidades, mientras que otras 187, la mitad de las 374 que existen, están bajo la lupa. En Guadalajara, sólo seis han aprobado las inspecciones y 69 de las 104 que hay están pendientes de ser revisadas. En Monterrey, cinco no tienen anomalías y 161 de las 191 gasolineras aún deben probar su inocencia.

Con el seguimiento de más denuncias, la Ciudad de México supera por mucho al resto de las urbes en gasolineras fraudulentas. Un conductor que cargue combustible en uno de los nueve proveedores del eje central Lázaro Cárdenas, que atraviesa la megalópolis de sur a norte y divide al oriente del poniente, tiene un 44% de probabilidades de ser estafado. Sólo una aprobó la inspección y otras cuatro están pendientes de evaluarse. En el Viaducto Miguel Alemán hay cinco estaciones, dos con anomalías y tres por verificarse. En Insurgentes, una de las arterias principales, hay 11, cuatro no despachan litros completos, siete deben investigarse.

"Construimos la base de datos a partir de información pública de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Profeco, pero no encontramos un patrón de irregularidades a partir de distinguir vías secundarias de principales ni zonas residenciales o industriales, es un problema generalizado", explicó Riveroll.

Las estafas se producen de igual forma en las 16 delegaciones de la capital. Una de cada dos gasolineras son fraudulentas en las rurales Xochimilco y Milpa Alta, al sur de la ciudad, aunque apenas cuentan con 10 estaciones en conjunto. De las 40 surtidoras que hay en Benito Juárez, la zona con el PIB más alto de la metrópolis, 17 son anómalas. Iztapalapa, el área más poblada, tiene 23 de 58 gasolineras que no ofrecen litros completos. Iztacalco y Cuajimalpa son las opciones más seguras para los consumidores, con “apenas” un 20% y un 14% de gasolineras fraudulentas, porcentajes que duplican la incidencias en ciudades como San Luis Potosí o Mérida.

Con el seguimiento de más denuncias, la Ciudad de México supera por mucho al resto de las urbes en gasolineras fraudulentas. Un conductor que cargue combustible en uno de los nueve proveedores del eje central Lázaro Cárdenas, que atraviesa la megalópolis de sur a norte y divide al oriente del poniente, tiene un 44% de probabilidades de ser estafado. Sólo una aprobó la inspección y otras cuatro están pendientes de evaluarse. En el Viaducto Miguel Alemán hay cinco estaciones, dos con anomalías y tres por verificarse. En Insurgentes, una de las arterias principales, hay 11, cuatro no despachan litros completos, siete deben investigarse.

"Construimos la base de datos a partir de información pública de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Profeco, pero no encontramos un patrón de irregularidades a partir de distinguir vías secundarias de principales ni zonas residenciales o industriales, es un problema generalizado", explicó Riveroll.

Las estafas se producen de igual forma en las 16 delegaciones de la capital. Una de cada dos gasolineras son fraudulentas en las rurales Xochimilco y Milpa Alta, al sur de la ciudad, aunque apenas cuentan con 10 estaciones en conjunto. De las 40 surtidoras que hay en Benito Juárez, la zona con el PIB más alto de la metrópolis, 17 son anómalas. Iztapalapa, el área más poblada, tiene 23 de 58 gasolineras que no ofrecen litros completos. Iztacalco y Cuajimalpa son las opciones más seguras para los consumidores, con “apenas” un 20% y un 14% de gasolineras fraudulentas, porcentajes que duplican la incidencias en ciudades como San Luis Potosí o Mérida.

La fiscalía anunció también la semana pasada la salida de GasoApp, un proyecto conjunto con la Comisión Reguladora de Energía. La aplicación gratuita para teléfonos móviles permite a los usuarios encontrar las gasolineras que ofrecen combustible a los precios más bajos y categorizarlas por la calidad del servicio que prestan. Empresas como Sin Tráfico ofrecen otras opciones, cuyo costo se determina mediante al uso que el cliente haga de la plataforma y que permite identificar mediante tecnología GPS las gasolineras que ofrecen "litros de a litro" y las que no.

"Estamos de acuerdo con la Profeco, tenemos un compromiso que asumimos por el bien de la economía del país, nosotros somos los primeros interesados en que se cumpla la ley porque somos empresarios y no podemos arriesgarnos a perder nuestro negocio", argumentó Pablo González, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), que cuenta con 7.000 concesionarios afiliados. "Hemos logrado que las inspecciones se realicen dos veces al año y no una como se hacía antes, para calibrar los instrumentos de las gasolineras y para que no sólo se despachen 'litros de a litro', sino que se cuide la calidad del combustible", agregó.