El pasado 4 de diciembre alertamos en este espacio acerca de los retos que enfrenta la Región Carbonífera de Coahuila. Esos retos se convertirán en amenazas, adversidad y crisis. La crisis, aunque resulte dolorosa, puede convertirse en oportunidad si se agarra el toro por los cuernos y se deja atrás el estado de negación que se apoderó por igual de autoridades, productores y comunidad.

La crisis ya dio un paso más hacia una “tormenta perfecta” porque los principales compradores de carbón, Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Altos Hornos de México (AHMSA), no pueden o no quieren hacerlo. AHMSA debido a una crisis que no encuentra salida. CFE porque sigue adquiriendo carbón extranjero, que prefiere al nacional, mientras intenta cumplir con los compromisos internacionales de México en materia ambiental. 

Los productores de Nueva Rosita y Sabinas celebraban hace unos meses un año más de contrato, ¿sabrán que no pasa de ser una aspirina? Mientras tanto, en Paris, los gobiernos del mundo fijaron como meta: “…alcanzar la neutralidad del carbono para el año 2050, es decir, que no se emita a la atmósfera más CO2 del que la naturaleza pueda absorber”. En esas reuniones, México estuvo presente con voz y voto, y votó a favor.
Hace unos meses señalábamos: “Si ganan los demócratas en Estados Unidos, cambiaría por completo el panorama. Ya con Obama se habían cerrado muchas plantas de carbón. Lo que sigue es establecer sanciones e incentivos directos para quienes usen o dejen de usar el carbón. Al menos en lo personal, ya me ha tocado interactuar con varios fondos de inversión que tienen vetado cualquier proyecto que lleve al carbón como insumo”. El impacto ya se siente y, día a día, será más fuerte.

Cerramos aquella columna con un dato demoledor. “Se comenta que Bill Gates lanzó un proyecto energético muy secreto, aunque ya no lo sea tanto”. Encontraron la forma de utilizar inteligencia artificial en un campo de espejos, a través del cual se podrán generar temperaturas por encima de los mil grados centígrados. Por primera vez la concentración de energía solar puede crear los grados de calor necesarios para producir cemento, acero, vidrio y para otros procesos industriales.

La industria cementera es responsable del 7 por ciento de la emisión global de CO2, de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía. “…Estamos desarrollando tecnología que podrá vencer el precio de los combustibles fósiles sin emisiones de CO2”, aseguró Bill Gross, fundador y director general de Heliogen. Si lo anterior es cierto, pronto veremos fuera del mercado al carbón mineral”.

Sea por causas ambientales, por acuerdos gubernamentales, por desincentivar a un comprador o por las adversidades de otro, lo cierto es que crece, se recrudece y acerca aceleradamente la amenaza que acecha a la Región Carbonífera de Coahuila que es la región carbonífera de México. Serán el mercado y la innovación quienes vengan a darle el tiro de gracia. Innovación que se genera a partir del creciente veto mundial al carbón mineral.

La realidad nos alcanzó. Pero en vez de buscar y preparar salidas, los actores involucrados quieren seguir sobreviviendo de las migajas de este sistema que ya vive horas extras.

@chuyramirezr
Jesús Ramírez Rangel
Rebasando por la Derecha