En este día de elecciones decisivas para algunos estados del país incluyendo el nuestro hubiera sido un trancazo en otras circunstancias que una telenovela como “El Bienamado” de Televisa llegara a su fin.

Lo más triste del caso es que sí llega a su fin con su consabido final dominical de dos horas, pero un serial protagonizado por el primer actor Jesús Ochoa interpretando a un político corrupto de un pueblo ubicado en la ficción en las playas de Baja California de haberse apegado a la esencia de su historia original y muy probablemente en otras manos desde libretistas hasta directores y productor (el coahuilense Nicandro Díaz) hubiera concluido con un final ahora sí que “de película” como el que de alguna forma tuvieron en este primer semestre del año talentosas productoras de la misma empresa como Giselle González con “La Candidata” o Rosy Ocampo con “La doble vida de Estela Carrillo”.

Siendo honestos, nos fue muy difícil aguantar un solo capítulo de esta telenovela, y no por un primer actor como el mismo Ochoa que a todas luces tiene más que merecido un protagónico en la plataforma que sea, pero para no ir tan lejos y siendo contemporáneo de otro actorazo de primer nivel en su caso casi exclusivamente de cine como Damián Alcázar con quien compartió créditos en clásicos de nuestra cinematografía de los años 90 como “Dos crímenes” (Roberto Sneider, 1995) o “Bajo California: El Límite del Tiempo” (Carlos Bolado, 1998) si sus directivos y creativos hubieran sido un poco más inteligentes y propositivos en tiempo de vacas flacas como los que vive la empresa lo menos que hubieran hecho es una variante de una cinta trangresora como “La ley de Herodes”, ¿o no lo creen?

Digo, porque si la intención era hacer una parodia de la obra teatral brasileña en la que se basó y que se adaptó con gran éxito para aquel país sudamericano al formato televisivo de 1973 cuando allá se transmitió, hubieran recordado para no ir tan lejos que películas como “La ley de Herodes” llevaron no sólo a influir a una alternancia que ya necesitaba el país en el año 200 cuando ganó Vicente Fox la presidencia y aquel mismo propició un sexenio si bien de muchas carencias y tropiezos, en relación a la libertad de expresión joyas como “La parodia”, con talentos como los de los Mascabrothers, Angélica Vale, Arath de la Torre, Carlos Espejel y otros más.

¿Se imaginan si algunos de ellos en lugar de emigrar a otras televisoras o estar “en la banca” por tener exclusividad y tener las manos atadas para demostrar su valía profesional hubieran estado en lugar de otros actores que dan pena por la sobreactuación sobre todo como Laura Zapata, que pudiendo demostrar en un personaje como el que tuvo Isela Vega en “La ley de Herodes” que el talento es como los buenos vinos madura y crece con el tiempo dan pena ajena en una producción que se quedó justo en 1973 pero que hasta Chespirito con sus programas de “El Chavo” de entonces tiene mayor vigencia y calidad? Lástima Margarito pero ahora nomás nos queda esperar a saber los resultados de las elecciones y que nos tengamos que llorar más de lo que no reímos con una telenovela como “El Bienamado”.

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