‘Sin evidencias de blanqueo de dinero’

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‘Sin evidencias de blanqueo de dinero’

La defensa. Manuel Ollé, abogado español que defendió a Moreira.
Las transferencias que Moreira recibió en sus cuentas corrientes de 200 mil euros, son fruto de su trabajo: Manuel Olle, abogado

MADRID, ES.- “Mi cliente no ha blanqueado dinero ni tiene ninguna relación con el cártel de ‘Los Zetas’”, aseguró el abogado de Humberto Moreira, Manuel Ollé en la Audiencia. “Las transferencias que recibió en sus cuentas corrientes de 200 mil euros fueron fruto de su trabajo y de sus dos empresas en México, y para costear su vida y la de su familia durante el tiempo que vivió estudiando en Barcelona”, añadió.

Según el auto del magistrado, al que tuvo acceso El Universal, el ex gobernador de Coahuila, de 49 años, realizó transferencias por valor de 200 mil euros durante varios meses de 2013 a tres cuentas corrientes en la que figura como titular en bancos españoles.

NO VE DELITO
El fallo del juez indica que “las transferencias no son comisión de delito alguno”, y añade en referencia al letrado Manuel Ollé, que “la defensa ha presentado múltiple documentación a efectos de justificar el origen no ilícito del dinero y con los papeles aportados se justifica que el mismo procede de sociedades de las que él es socio mayoritario (aporta las correspondientes escrituras públicas), que existe y que tienen actividad (aporta acuses de recibo de la declaración del impuesto de sociedades, facturas emitidas por las mismas y documentos del pago a la Seguridad Social de los trabajadores de las mismas)”.

Pedraz cita otra serie de documentos justificativos de ingresos de las empresas Unipolares y Espectaculares del Norte S.A. de C.V. y Negocios, Asesoría y Publicidad Integral Nuevo Milenio S.A. de C.V. y afirma que “con ello basta para descartar el delito de blanqueo”. 

JUEZ PUNTUALIZA
Y añade: “No se acredita el origen ilícito del dinero y se trata en definitiva de traspasos de dinero de sociedades de las que es socio mayoritario Moreira a cuentas de él mismo en España, sin que exista indicio alguno de que se trate de sociedades “pantalla” o “fantasma”.