Ser mamá profesionista
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Ser mamá profesionista
Hoy vivimos en una sociedad en donde se pide mucho y se da nada simplemente por el hecho de ser mujer y ser mamá, se dan por sentado acciones y actividades: cuidados de los hijos y el hogar, atención a la familia. En este contexto, podría parecer una misión de súper héroe hacer todo lo que se espera y en el tiempo y espacio.
Aunado, cada vez es más común (y necesario) las familias de doble ingreso donde papá y mamá salen a trabajar. Lo que complica la dinámica familiar y social. Como mujer, tienes que hacer mil cosas antes de salir de tu casa para ir a la oficina. Si bien es cierto, cada vez hay más empresas que optan por el tiempo flexible y home office, estamos empezando a entender como país que la cantidad de horas en una oficina no es igual a la productividad de la misma.
Sin embargo, los retos siguen siendo enormes. Empezando por los sacrificios que tienes que hacer emocionales y físicos que hay que hacer: levantarte más temprano, dejar a tus hijos en alguna guardería o con alguna persona, no importa si están enfermos o no se levantaron con el mejor ánimo, el día debe continuar.
A pesar todo los esfuerzos que se han hecho en materia legislativa, en México, 6 de cada 10 mujeres sienten que no tienen las mismas oportunidades que los hombres en el mundo laboral, según Forbes. ¿Por qué pasa esto?
Hablemos del concepto de techo de cristal, el cual empezó a aparecer en los años 70 en Estados Unidos, principalmente. ¿Qué es esto del Techo de Cristal? Es una metáfora, analogía a las barreras y obstáculos que tenemos las mujeres en el ámbito profesional. Es decir, estos retos que se supone que no son reales porque tenemos leyes, reglamentos que nos protegen, son mucho más latentes de que lo parecen. Por ejemplo: una mujer que está embarazada o acaba de tener a su hijo y se encuentra en puesto de decisión pero no puede viajar por su estado de embarazo (no está incapacitada para trabajar, simplemente debe cuidarse sus viajes) debe omitir o dejar pasar reuniones presenciales. ¿Qué efecto puede tener esto? Tal vez ninguno, o tal vez esto no le permita subir de puesto al mediano y largo plazo, y con ello aumentar sus ingresos y sobre todo poder potenciar todo el talento y habilidades que tiene.
Uno pensaría que eso solamente pasa en los grandes corporativos o en los puestos de gobierno con alta jerarquía y poder, y eso no es cierto. Esto pasa en todos los niveles, no importa si estás arriba o debajo de la estructura de cualquier organización. Sí, organización. Esto pasa también en organizaciones sociales (ONG’s), agencias internacionales (ONU, OEA) donde uno de sus objetivos es combatir la desigualdad y la discriminación. La normalización de la violencia y la discriminación contra las mujeres es algo que se sigue viviendo todos los días y debemos levantar la voz cuando nos ocurre a nosotras o alguien cerca de nosotras.
Yo soy una mamá profesionista, intentó cumplir con todo: desde la piñata de los del salón de mis hijos, los desayunos de las mamás (mis amigas) de los compañeros de mis hijos, contestar todos mis correos electrónicos en menos de 24 horas, coordinar e incentivar un equipo a distancia que veo no más de dos veces al año (cuando mucho) y bueno, ser mamá, esposa, hermana, prima, amiga. Ser, hacer y estar con quien debes estar, se puede volver una misión imposible en esta época.
No eres la única que está pasando por esto, no estás mal, al contrario estás haciendo un gran esfuerzo por darle lo mejor a tu familia, pero sobre todo por sacar lo mejor de ti y convertirte en esa persona de la que tú te sientas orgullosa, aquella mujer que soñaste ser, lo estás logrando. No todos los días son buenos y sencillos, pero en este camino encontramos amigas, compañeras y colegas que lo harán menos difícil de lo que es. Ciudadanas de Tiempo Completo.
@garciacecy_
Cecilia garcía