Por Karla Bernal

Hoy 6 de julio se cumple una década del anuncio en que Felipe Calderón Hinojosa fue declarado por el IFE como Presidente de México.

Calderón competía con Roberto Madrazo y Andrés Manuel López Obrador por la candidatura a la Presidencia, donde este último denunció irregularidades tanto en las campañas políticas como en el resultado final de las votaciones.

Durante su sexenio, muchos aseguraron que Calderón encabezó una mala administración tanto en economía, seguridad y combate a la pobreza, los cuales fueron los tres principales ejes de su campaña.

Apostó a una estrategia de militarización de la seguridad pública para combatir al crimen organizado, dejando miles de muertos, desaparecidos y desplazados, así como aumento de casos de tortura.

Se vio ensombrecido por la masacre de migrantes centroamericanos en San Fernando, Tamaulipas y el atentado al Casino Royale en Monterrey, Nuevo León.

Sin embargo, también aportó cosas buenas al país. Durante su administración se vivió la inflación más baja de la historia, más de 315 millones de pesos fueron invertidos en infraestructura sobre el sector carretero. El Senado aprobó la Reforma Laboral que incluye artículos referentes a la rendición de cuentas de líderes sindicales, entre otras cosas.